Agustín RODRIGUEZ | Presidente de la iniciativa popular AltzaXXI
«En Altza estamos en un momento de rebelión contra los planes municipales»
El proyecto para construir casi 3.000 viviendas en Auditz-Akular sigue adelante de la mano de Odón Elorza. En Altza, siguen viendo cómo se levantan torres enormes, cómo casi es imposible encontrar un parque y cómo las aceras son para aparcar. La iniciativa AltzaXXI no está dispuesta a que condenen a Altza para siempre a ser el «barrio pobre de Donostia».
Adía de hoy es asumido por todos que Altza es
consecuencia del caos urbanístico de épocas pasadas, pero el Ayuntamiento no
parece estar dispuesto a saldar la deuda histórica con este barrio, según vienen
denunciando desde AltzaXXI. Su presidente, Agustín Rodríguez, subraya que lejos
de regenerar, para el futuro de Altza tienen preparado más de lo mismo.
¿En qué fase se encuentra el proyecto de Auditz-Akular?
En julio de este año se aprobó por unanimidad en Pleno la aprobación inicial de la modificación puntual del área de Auditz-Akular sin contestar siquiera a nuestras alegaciones. En vez de tomar el camino de la revisión general del Plan General de Ordenación Urbana, que es el camino que defendemos nosotros, optan por la modificación puntual, porque el trámite es mucho más rápido. Van a hacer una raya y van a dar la espalda a Altza y sus necesidades actuales, que son muchas. Es curioso porque tirar por la vía de la modificación puntual era uno de los motivos fundamentales para que PP y PNV votaran en contra del proyecto en 2002. Ahora todos se ponen de acuerdo.
No obstante, en Altza siguen teniendo argumentos en contra.
Altza es una población una y otra vez castigada y estamos en un momento de rebelión contra los planes municipales en Altza, porque son 4.700 nuevas viviendas las que quieren construir. Se habla de Auditz-Akular, pero de tapadillo, tienen previstos más proyectos, muchos ya en marcha. Hasta donde quitan un pedazo de pabellón, construyen viviendas.
También denuncian irregularidades en las viviendas proyectadas en Bertsolari Txirrita.
Las 98 viviendas que están intentando construir en Bertsolari Txirrita son dos bloques que en el año 80 se quedaron sin construir porque la edificabilidad que tenían concedida había sido consumida por un montón de edificaciones construidas ilegalmente. Lo que están haciendo ahora es una barbaridad, porque están resucitando una edificabilidad ilegal con el agravante de que Odón era concejal en el 80 y votó en contra de que esos bloques se construyeran. Eso, además de inmoral, es de dudosa legalidad. Y se comprenderá con facilidad que, si en el 80 ya había saturación, ahora es mucho mayor, porque en Altza se ha seguido construyendo.
El Ayuntamiento insiste en el argumento de la necesidad de vivienda.
Lo que está claro es que detrás de Auditz-Akular está el sector de la construcción. Nosotros estamos en contra de que se construya en Auditz-Akular, de que se haga en un volumen que responde a toda Donostia y que se defienda con los argumentos con que se está defendiendo, porque entonces entramos a criticar la política de vivienda del Ayuntamiento. Como lo vende, es un fraude, porque va en contra de los criterios de la revisión y de todos los urbanistas del mundo respecto a la ocupación de suelo, que dicen que hay que ocupar primero la malla urbana. Evidentemente, Auditz-Akular poco tiene de malla urbana. Por todo ello tenemos claro que hay otros intereses detrás de Auditz-Akular que no son la necesidad de vivienda. Además son cada vez más las voces autorizadas que critican las políticas de vivienda que se basan casi en exclusiva en la construcción en masa, por no hablar del desequilibrio que supone una nueva aglomeración, otro “ensanche” de esas características, tanto a nivel territorial como social. Altza, según un estudio encargado por el propio Ayuntamiento, tiene una demanda evolutiva de unas 600 viviendas, y hay proyectadas 4.700 viviendas.
Pasaia reivindica los terrenos de Auditz-Akular para su término ¿Cómo puede afectar este litigio al proyecto?
Las modificaciones puntuales también pasan en última instancia por manos del Gobierno vasco, que va a analizar el tema supramunicipal. En este caso lo supramunicipal es muy importante, porque está Pasaia, que va a ir en contra del proyecto. Reivindica todos estos terrenos para su término municipal y ha presentado alegaciones en contra de la aprobación inicial porque quiere que el proyecto no se ejecute hasta definir de quién es ese terreno.
¿Es una puerta a la esperanza?
Sí, sobre todo porque Pasaia parece tener la determinación de llevar el tema a los tribunales. A Altza le viene bien la oposición de Pasaia. Lo importante en un territorio es qué uso se le dé y cómo se ocupe, que dependa de una administración o de otra es un tema administrativo, variable en su historia. Pero cuando se urbanizan, se impermebilizan y se hormigonan 400.000 metros cuadrados de suelo la plataforma artificial más grande de Gipuzkoa, da igual de quién sea la competencia, porque eso ya no tiene vuelta atrás. Altza necesita Auditz-Akular para salir de la situacion en la que está, dependa de quien dependa.
¿Qué ambiente se respira en Altza?
Es muy significativo el éxito que está teniendo la campaña que hemos puesto en marcha con unas banderolas verdes y el lema «El verde es el color que queremos para Altza». Ha tenido una acogida impresionante porque la gente tiene unas ganas enormes de expresar eso. «Altza se merece el mejor de los futuros» es otro lema que hemos utilizado y los altzatarras están totalmente de acuerdo con esas dos ideas. La sensibilidad está cambiando y hay ganas de reivindicar un nivel de calidad de vida digno de una vez por todas para Altza. Durante años se ha asumido que Altza era el barrio pobre de Donostia, y que ello era irreversible, pero esto está cambiando.
¿Qué previsiones de futuro tiene Altza XXI?
Vamos a seguir dinamizando la toma de conciencia sobre que hay que reivindicar mayores inversiones para Altza y una regeneración real y absoluta. Mientras tanto, no se puede condicionar el futuro de Altza ocupando suelo que va a necesitar para esa regeneración. Hasta que no se haga un estudio serio de lo que necesita Altza no se puede construir nada. Es una moratoria lógica y de sentido común. Además, cuando podamos, vamos a intentar comprobar qué promotoras e inmobiliarias están detrás de estas operaciones y las plusvalías económicas que van a producir y a favor de quién es. Ya veremos si el interés de la operación es público o tiene nombres y apellidos conocidos. -
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