DONOSTIA

De la medio docena de africanos anunciados por la organización para la edición número 29 se dejaron ver tres, los mismos que completaron el podio después de pelear entre ellos hasta el kilómetro 14, en Igara, la zona más desolada y en donde el debutante Abraham Aiyabei quedó rezagado.

Serem y Abraham Chelanga, uno alto y otro bajito, continuaron en pareja pensando en el triunfo, que no en la marca, para atravesar el medio maratón en 1.06:27. En el kilómetro 29, también en Igara, Chelanga bajó el pistón y Serem se fue hacia una victoria fácil que tampoco pasará a la historia.

A sus 29 años, el vencedor disputó su segunda incursión en los 42’195 kilómetros. Procedente de Eldoret, Serem comparte historia con muchos de sus paisanos que como él ejercen de soldados y de improvisados atletas. «En mi país hay muchos corredores y muy buenos o sea que es muy difícil dedicarse a esto», reconoció.

A diez minutos del ganador, cuarto y primer europeo fue el catalán Víctor Gonzalo Guirao, un ex ciclista de 39 años que en sus tiempos como profesional compartió equipo en el Banesto de Miguel Indurain y antes de Perico Delgado. Con ellos corría por entonces la Vuelta al País Vasco y llegó a ganar el Circuito de Getxo en 1990. Víctor Gonzalo lleva desde los 30 corriendo maratones. En total contabiliza catorce, la mitad de los cuales, siete, los ha completado este año. Los rigores de la disciplina aconsejan unos cuantos meses de descanso entre prueba y prueba, así que mas de tres por año se considera un exceso. El ahora atleta del Espanyol, sin embargo, ha convertido en trabajo su dedicación al atletismo. De gregario de Indurain ha pasado a hacer de liebre del ex futbolista Luis Enrique o el ex baloncestista Jofresa: «Para mí esto es un medio de vida porque yo no acabé como otros y he tenido que seguir trabajando. Preparo grupos de unas 60 personas, un par de maratones al año, y había venido a ver como estaba el circuito porque igual preparamos este el año que viene».

El otro ciclista del día fue Abraham Olano, quien concluyó en el puesto número 34 en su segunda participación. Mejoró marca porque pretendía bajar de 2:50 y con 2:39.08 cumplió su objetivo. Tanto el vasco como el catalán han logrado mejores marcas que Armstrong, el multicampeón del Tour que a principios de este mes debutaba en Nueva York con 2:59.

Asier Larrañaga fue el primer vasco y además se proclamó campeón de Gipuzkoa en su sexto maratón en el que también ocupó la sexta posición. El hernaniarra, de 35 años, insistió en que las condiciones meteorológicas eran perfectas «para mi sí lo que pasa que el maratón es el maratón y hasta el kilómetro 35 siempre vas bien. Después todos sufrimos».

El primero en cruzar la meta fue el minusválido elgoibartarra Igor Elizburu, en hand bike, recibido por la batucada. Los tambores acompañaron también el paso de los 2.300 participantes en una mañana primero fría y después templada ­entre 12 y 18 grados­ y soleada para alegría de los acompañantes.

La escocesa Dawson priva a Amaia Arana del triunfo

DONOSTIA

La escocesa Angela Dawson Howe viajó a Donostia acompañada por su marido, quien no corrió porque se dedicó a animar a su esposa, para convertirse en la inesperada ganadora del maratón.

Esta rubia de 35 años, con ficha por el London Heathside, asistía atónita a la ceremonia del podio mientras el alcalde de la ciudad, Odón Elorza, le colocaba la obligada txapela.

Ella fue la primera sorprendida con su victoria: «No me lo había ni planteado siquiera. Es fantástico, aunque estoy sorprendida con lo que ha pasado. Es un circuito bastante bueno pero tenía mis miedos de si yo podría hacer esta marca, pero parece ser que la he hecho». Tenía 2:51 y ahora 2:49 , aunque ayer fueron suficientes para ganar una prueba que conserva los 2.26:51 de Ana Isabel Alonso como el mejor registro de la carrera. Una diferencia inmensa.

Dawson, que vive en Londres y trabaja como empleada en un Museo de golf, corrió muy arropada para llegar en el puesto 102 de la general. Fue la verdugo de Amaia Arana, una asidua al podio de Anoeta ­seis veces de siete participaciones, aunque nunca en el lugar más alto­. Esta vez esperaba conseguirlo, porque desconocía la presencia de la escocesa y la de otras atletas que acreditaran menos de los 2.45 que ella posee. La donostiarra, pese a que se quedó a 8 minutos de su marca personal y de que se tuvo que conformar con un segundo puesto y el título guipuzcoano, ayer recuperó la ilusión después del fiasco que se llevó en primavera en Gasteiz en la cita que lleva el nombre de Martín Fiz y que la fondista del Atlético San Sebastián recordó «como el peor de mi vida». María José Pueyo, la anterior vencedora, disfrutó haciendo de liebre.