Un viaje inesperado me impidió acudir el pasado sábado al Euskalduna en Bilbo al acto convocado por Ahotsak. Sentí no estar allí, pero me alegró conocer el éxito de la iniciativa, porque estoy segura que la energía de las miles de mujeres que abarrotaron el Palacio va a servir para que se hagan realidad las reivindicaciones de este colectivo: la presencia de las mujeres en los lugares de decisión en el proceso para la resolución del conflicto en Euskal Herria y la irreversibilidad del mismo.En este acto, se ha presentado un nuevo Manifiesto que incide en que la participación de las mujeres es fundamental y se plantean reflexiones en la forma y manera de ser sujetos activos en el proceso. Pero no se queda sólo en palabras, sino que se han planteado propuestas concretas de trabajo, como la de crear grupos plurales en los pueblos que extiendan este trabajo en común con el fin de dar un nuevo impulso al proceso, intentando sumar voluntades huyendo de confrontaciones de tipo partidista. ¿Qué hace el PNV presentando iniciativas en relación con el texto de Ahotsak en los ayuntamientos? Que lo deje ya, y se ponga a trabajar en serio don- de debe y le corresponde: en la conformación de la mesa para desbloquear la situación en que está el proceso.
Helena, una mujer madrileña que por su militancia antifranquista fue triturada por el TOP, decía en una preciosa entrevista publicada en este medio «Y Ahotsak es... ¿Sabes cuál suele ser el problema? Que los partidos, los hombres de los partidos políticos, los que mandan y gobiernan, son como el perro del hortelano, que ni comen ni dejan comer. Y, a pesar de todo, las mujeres iremos abriendo el camino de la solución de los problemas. Mientras los hombres hablan de diálogo, nosotras hablamos sin que nos importe nuestra pertenencia política. Espero que entiendas el matiz dijo con ironía. Y llegamos a acuerdos».
Ahotsak ha reunido a mujeres de los más diferentes matices y colores políticos, sociales y culturales. Es el camino. Mientras tanto los dirigentes políticos no acaban de decidir ni quiénes ni cómo deben reunirse. El qué dirán les bloquea, porque su objetivo es más la galería que la eficacia. La tradicional derechona española únicamente conoce la fuerza. Pero los que juegan a buenos, en lugar de defender a quienes les han elegido, se entretienen en evitar ser censurados por la oposición, sin darse cuenta de que les criticarán hagan lo que hagan.
Dar la vuelta a esta situación es, justo, lo que ha planteado Ahotsak y, en el mejor estilo femenino, plantea ir tejiendo redes desde la diferencia, desde la pluralidad, buscando lo que une y no lo que separa. Trabajo arduo, pero ahí están esas miles de mujeres del Euskalduna y todas las que por una u otra razón no pudimos estar, más las que se irán uniendo en el camino para demostrar que es posible el trabajo en común que haga avanzar el proceso de forma irreversible con la participación de todos y todas.
Hay dos cuestiones más que han marcado la semana. El día mundial de la lucha contra el sida y la aprobación de la Ley de Dependencia en el Estado español. Esta última, por razones de espacio y porque tiene mucha tela, la dejaremos para otro día. Hoy sólo un par de apuntes sobre la primera y su prevención.
Si al sida se le pone rostro, éste es el de mujer negra y subsahariana, pero actualmente, cualquier persona que tenga relaciones sexuales sin protección puede estar corriendo un riesgo. La vía sexual es la principal y casi exclusiva forma por la que últimamente se transmite el virus que causa el sida. Hoy, todavía, en los casos diagnosticados en hombres el año pasado en el Estado español en un 50,7% la vía de transmisión del virus fue el uso de jeringuillas para inyectarse drogas, y sólo un 24% se debió a relaciones heterosexuales sin protección. Sin embargo, en el caso de las mujeres, entre las que se está multiplicando la enfermedad, más del 50% se debe ya a relaciones sexuales sin preservativo.
Salvo la Iglesia que algún día tendrá que reconocer su «pecado» por su postura contra el preservativo todas las personas expertas abogan por el uso de éste como barrera necesaria en la prevención del Sida. Sugerimos a los gobernantes, que se muestran tan preocupados, que tomen nota del Gobierno francés y pongan millones de preservativos al alcance de toda la población desde institutos, cines, discotecas, empresas u hospitales a un precio de 20 céntimos. Una buena campaña, sin duda. -
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