En escamas, en polvo o en spray. Si vas a uno de esos santuarios de la gastronomía, es decir a esos lugares en donde comer es un ejercicio de ostentación, puedes encontrarte con algunos platos que contengan oro y/o plata. Lo dijo Arzak en la tele, en el espacio que los viernes comparte en el txoko de Arguiñano. Los mostraban mezclados con ron, y verdaderamente era un espectáculo visual, pero por mucho que intentaba hacer volar mi imaginación de gourmand, es decir de tripero, no alcanzaba a encontrarle una satisfacción sensorial, más allá de la que produce el poder del dinero.

Algo me temía, los precios de los platos en esos lugares en donde una marca de neumáticos certifica y apoya el incremento porcentual fuera del IPC, debían contener tesoros secretos. Y hete aquí que se trata de oro o plata que se utilizan para darle categoría de nuevos ricos a los que se gastan en una jamada más que una familia de subsaharianos en una década. Quitemos la demagogia. ¿Qué aportan en gusto, sabor, olor unas escamas de oro o un polvo de plata? Me lo explique. Simplemente puede aportar algo de cromatismo, y, si me apuran, una pizca de literatura a la carta. Después de todos los enebros, jugos, esencias y escalfamientos, se le pone la coda: “con lámina de oro de 24 kilates” y el comensal entra en éxtasis. Me imagino una escena en la que alguien con un diente enfundado en oro, muerde una escama de oro que lleva un postre de chocolate del loro y salen hasta chispas.

Pero algo debe tener de malo. Si te pegas un atracón de oro y plata, ¿pasas los controles de los aeropuertos sin dificultad? Las heces de los ricos comensales, ¿son buscadas por los garimpeiros urbanos? Si un día estás en casa haciendo una comida y se te ocurre darle un toque de distinción, ¿vale pasarle la lija al anillo de compromiso? Los que hemos tenido algunos problemas con los riñones por la formación de piedras, ¿podemos convertirnos en una mina de oro o plata? Por cierto, los dos cocineros, con su sentido del humor, advirtieron que esos productos no se venden en joyerías sino en tiendas especializadas. ¿En qué? Me voy a hacer un goxua con pátina de diamantes. ¿Quién da más? -