DONOSTIA

Fue así como surgió el proyecto que ha desembocado en la grabación de “Faro”, a cargo de un noneto encabezado por el propio Salvador (piano) y constituido por Itxaso González (voz), Hasier Oleaga (batería), Gonzalo Tejada (contrabajo), Jonathan Hurtado (teclados), Javier Juanco (guitarra), Jacky Berecoechea (trompeta y fliscornio), Víctor de Diego (saxo tenor y flauta) y Mikel Andueza (saxo alto y clarinete).

«No fue fácil decidir quiénes iban a estar ­explicó Salvador en la presentación del disco­. Podía haber tenido la tentación de optar sólo por músicos como Gonzalo Tejada, que son de mi generación. Pero, habida cuenta de que el concierto iba a ser algo así como una celebración del jazz vasco, opté por contar con músicos de tres generaciones, incluidos jóvenes como Hasier Oleaga o Jonhatan Hurtado, que están haciendo ya cosas muy importantes. Y fue así como constituí el noneto. Podían haber estado ahí otros muchos músicos, pero había que elegir, así es que vendrá bien decir aquello de que son todos los que están pero no están todos los que son».

La concepción del concierto como una celebración del jazz vasco hizo que el trabajo fuera «premeditamente coral», lo que se refleja en la grabación. «Este es un disco en el que, sobre todo, se nos escucha a todos tocar juntos. Quiero decir ­aclaró el pianista­ que no hay grandes espacios abiertos al lucimiento individual. Hay solos, claro, pero son los menos. Yo mismo toco el piano, pero, salvo en algún pasaje, no tengo un protagonismo especial».

Toda la música es original de Salvador, con la excepción de las canciones “Benino edo Benito” y “Haurrak handitzen doaz”, que forman parte del «universo» de Javier Muguruza. «Mi lengua materna no es el euskara y, aunque lo entiendo, no me atrevo a hablarlo. Sin embargo ­indicó Salvador­, la canción popular vasca es una fuente de inspiración permanente para mí. La he ido descubriendo y enamorándome de ella, gracias sobre todo a mi trabajo con Mikel Laboa».

Iñaki Salvador se felicitó por la «buena salud» de que, en su opinión, goza el jazz vasco. «El panorama ha cambiado, para bien. Aún recuerdo cómo todavía hace apenas unos años los veteranos comentábamos con inquietud que no venía gente por detrás. Por suerte, tenemos que comernos nuestras palabras». El pianista destacó algunos factores que han contribuido al cambio, como Musikene, y también la existencia de un sello como Errabal, «que permite que se puedan editar discos en muy buenas condiciones, como este ‘Faro’, que ha contado con una producción de lujo y el mejor de los técnicos, Mikel Krutxaga».

El noneto que reunió Iñaki Salvador con ocasión del aniversario del Jazzaldia apenas ha tenido ocasión de tocar en directo en público. Lo hizo en el propio festival; luego, en el MIDEM de Cannes y, más recientemente, en Gasteiz. El día 11 lo hará en el Kursaal.