BILBO

Bolunta, la agencia para el voluntariado y las asociaciones de Bizkaia, realiza una campaña cada año. «Esta vez nos hemos centrado en los jóvenes, porque pensamos que es uno de los colectivos más interesantes para trabajar», explica el responsable de comunicación Xabier Bañuelos.

Mediante actividades de calle y folletos, han querido promover la participación social solidaria, reivindicar sus valores y mostrar a la juventud que es un factor importante para construir sociedad. La iniciativa también ha servido para invitar a las personas a dar el paso para trabajar en entidades sin ánimo de lucro. «Son muchas las que no lo han hecho porque nunca se lo habían planteado o porque no sabían dónde buscar la información».

Bañuelos sostiene que en general, sobre todo en términos comparativos, la participación social en Bizkaia es bastante alta. El 35% de los chavales y chavalas es o ha sido voluntario en alguna organización social. «Creo que es una buena cifra. Además, el 43% se animaría si las condiciones personales fueran más adecuadas. Ese dato nos hace ser optimistas y ambiciosos. Tenemos mucho que hacer, porque la capacidad participativa es enorme. Por eso hemos realizado la campaña, para aprovechar ese potencial. Hemos intentado mostrar que ser voluntarios puede ser divertido, y que, además de beneficiar al entorno, es positivo para enriquecerse como persona. Ayudar a los demás no significa realizar actos heroicos, cada uno puede colaborar en la medida de sus posibilidades», considera el periodista de Bolunta.

Cuando se nos pregunta que por qué no damos el paso, la mayoría respondemos que no tenemos tiempo. Pero, ¿hasta qué punto es verdad? Bañuelos reconoce que en algunos casos es cierto, ya que en la sociedad actual «disponemos cada vez de menos tiempo para casi todo». «Por otro lado, la juventud tiene más posibilidades que antes, pero quizá no siente tanta necesidad de participar, entre otras razones porque la situación socioeconómica no es tan mala».

Admite que los ratios de participación han bajado, pero no de una manera espectacular. «Lo que pasa es que ahora se colabora de otra manera. Por ejemplo, en lugar de sumarse a grandes ideales a largo plazo, se buscan resultados a corto y medio plazo. En ese sentido, los jóvenes no son muy diferentes al resto de voluntarios».

«Exitosas y divertidas» dramatizaciones

Xabier Bañuelos, de Bolunta, cuenta que las actividades más exitosas y divertidas fueron las dramatizaciones de calle. Pusieron a los paseantes en situación de tener que ayudar a una persona. Por ejemplo, una veterana actriz se acercaba a un grupo de jóvenes, dejaba caer la bolsa y se esparcían todas las naranjas por el suelo. Una vez que la gente había recogido las piezas, una persona de la organización les explicaba que la acción formaba parte de una campaña y les pedía que rellenasen un formulario sobre la participación social. -