J.M.E., de 37 años, tuvo la enorme desgracia de, al regreso a su casa después de haber hecho las compras en el barrio antes de comer, cruzarse en el camino de un grupo de ultras del Sporting de Gijón que se habían personado en el Casco Viejo gasteiztarra portando bates de béisbol, palos y puños americanos. El resultado de este fatal encuentro terminó con el vecino del barrio en el Hospital Santiago, con un parte de lesiones con con numerosas contusiones en la espalda, manos y piernas, una brecha en la cabeza que requirió de 21 puntos de sutura y una fractura en varios dedos de la mano.

De todos modos J.M.E. no fue el único agredido, ya que entre las 14 y las 15 horas del pasado día 25, el grupo de unos 30 ultras se dirigió a la calle Cuchillería por el Cantón de Santa Ana provocando incidentes y golpeando a las personas que a esas horas se encontraban en establecimientos de la zona, llegando a ser, al menos dos, las personas que tuvieron que acudir a centros hospitalarios.

El agredido más gravemente relató a GARA que el incidente se produjo sin ninguna provocación ni mediar palabra alguna. «Sin comerlo ni beberlo me llevé una paliza. Iba para casa con la bolsa de la compra y al principio vi que había gente corriendo de un lado hacia otro, pero tenía que pasar por ahí para ir a mi casa y de repente recibí un golpe por la espalda, me tiraron al suelo y ahí me dieron una paliza».

Una semana después, J.M.E. sigue padeciendo los daños de esa brutal paliza. El viernes acudió al ambulatorio del barrio para que le retirasen los puntos, y espera que la próxima semana le quiten los apósitos de la mano. «La mano me duele mucho todavía, anoche por ejemplo, me costó mucho dormir, tenía mucho dolor. La cabeza la tengo más o menos bien. Era lo que me daba más miedo pero ahí no me duele», explicó.

Una vez abandonado el centro hospitalario, el agredido acudió al Juzgado para interponer una denuncia por lo que había sucedido.«Yo no estuve con la Ertzantza en ningún momento, cuando fui a urgencias me dijeron que la Ertzantza quería hablar conmigo pero cuando salí no estaban y me fui a poner la denuncia en el juzgado. Me dijeron que ya me llamarían, que tenían que estar con el forense para ver lo que me habían hecho y tal pero no sé nada más», relató el ciudadano gasteiztarra, que no ha tenido ninguna comunicación al respecto.

Pero casi tanto como los golpes duele la absoluta impunidad con la que este grupo se movió por las calles gasteiztarras, con la clara intención de acceder a la Calle Cuchillería. «Yo tengo oído que, cuando hay partidos de alto riesgo, no sé si éste lo era, pero que suele haber controles para este tipo de gente. Pero lo que me extraña es que esta gente viniera por la calle Francia, con palos, bates y todo esto, tan tranquilos», relató J.M.E.

Impunidad

Al hilo de estas agresiones Askatasuna señaló en una nota que , «se da la circunstancia de que la Ertzantza realizó un dispositivo de seguridad con motivo del partido y que incluso llegó a identificar a varios de los agresores una vez que habían salido del Casco Viejo».

En esa nota, el organismo antirrepresivo se pregunta «cómo es posible que a plena luz del día, un grupo de unas 30 personas pueda andar con palos y bates por las calles agrediendo a vecinos y viandantes sin que la policía haga nada por impedirlo, dejándoles incluso llegar hasta la calle Cuchillería para después identificarles».

Según Askatasuna, «estas agresiones suponen una muestra más de la política represiva de los sectores más fascistas hacia Euskal Herria, provocando situaciones que nos recuerdan otras actuaciones como la de los incontrolados. Aunque en este caso sean premeditadas, ya que en días anteriores habían avisado de sus intenciones en internet» -

GASTEIZ