Ainara LERTXUNDI
La Nafarroa a la que no preguntan
Mientras el presidente del Gobierno, Miguel Sanz, y su arzobispo,Fernando Sebastián, despedían un año de fastos en honor a Franciscode Jaso, en la Plaza de Castillo se celebró el día de la Nafarroa delos «batzarres» y el «auzolan», la que exige decidir su futuro.
Como cada año desde 1997 y «con las mismas energías y convicciones», la Fundación Orreaga celebró el día de Nafarroa-Nafarren Biltzarra. Debido a las obras en el Paseo Sarasate, el telón de fondo no pudo ser en esta ocasión el Monumento a los Fueros, sino el kiosko de la Plaza del Castillo. Desde ahí, y antes de interpretar el Himno de las Cortes de Nafarroa, el akordeolari Enrike Zelaia resaltó el carácter «popular y reivindicativo» de esta fiesta, lejos del «tinte derechista y antivasco» que da habitualmente al día el Ejecutivo de Miguel Sanz. Y es que mientras decenas de personas demandaban el derecho a decidir entre las danzas de Muthiko Alaiak y Ortzadar y los esfuerzos del harrijasotzaile Josetxo Urrutia, en Xabier el presidente navarro y el arzobispo Fernando Sebastián clausuraron con una misa un año repleto de boato bajo un eslogan:el quinto centenario del nacimiento de Francisco de Jaso. «Con el dinero de todos han organizado todo tipo de eventos como conciertos para jóvenes, actuaciones con las casas re- gionales y turismo, mucho turismo... Pero de lo que de verdad importa, nada», destacaba Orreaga. En la Plaza del Castillo se festejó a la Nafarroa de «las esencias democráticas de los batzarres, los comunales y el auzolan como expresión de vida propia y organización». Y ya con la mirada puesta en el presente, el manifiesto de esta sencilla celebración popular incidió en que el sistema político actual «no es consecuencia de la voluntad popular, sino resultado de imposiciones que nos ha llevado de ser un Reino independiente a ser un territorio desgajado con fronteras artificiales». «Pero a una sociedad dinámica y madura como la navarra no la pueden tener maniatada por más tiempo», añadía el texto. Conscientes de que este 3 de diciembre llega en un momento clave, los participantes se despidieron convencidos de «que la perseverancia de los pueblos hará que Navarra también conozca una nueva etapa donde seamos dueños de nuestro destino dentro de la comunidad natural, que es Euskal Herria». -
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