Las críticas a los jugadores y a Lezama son lo que más llama la atención, pero la carta de José Luis Bilbao hay que contextualizarla dentro de un ambiente preelectoral. Parece que en el PNV están nerviosos y tienen miedo de que se coma el pastel de San Mamés alguien ajeno a sus intereses e influencias. Seguro que «enseñarán» bien a sus militantes y simpatizantes a quién tienen que dar su voto. Siempre lo han hecho, también con Lamikiz. No nos olvidemos. Un presidente que podría escribir un libro para explicar cómo destrozar un club en dos años y dejarlo a la deriva. El diputado general señala como principales culpables de la situación a los técnicos de Lezama y a los futbolistas y pasa de puntillas sobre los rectores de un club que han dado sobrada cuenta de su incapacidad encadenando continuas decisiones erróneas según su propia conveniencia. Y no lo olvidemos ellos son los que les han puesto cargos y sueldos. Porque si los jugadores están sobrevalorados, ¿quién tiene la culpa?, ¿ellos por recibir el dinero o el que les paga esa cantidad? Lo mismo ocurre con los técnicos que se ocupan de la cantera y sus contratos. ¿Y con la «chufla»? Por favor, seamos serios en los análisis. El Athletic no está en esta situación porque los jugadores salgan de fiesta o no. Sólo sirve para desviar la atención de la afición y tapar su verdadero interés. La gestión deportiva realizada por los «amigos» de José Luis Bilbao sí que tiene mucho que ver. Llevan muchos años tocando el poder y actuando como quieren. Cuando el balón entraba, no había ningún problema. Ahora, en cambio, echan balones fuera. Estamos recogiendo los frutos de años de mala gestión e incompetencia. -