Las sociedades con capacidad adquisitiva que nos instalan en ese lugar de bancos e hipotecas que consideramos el más privilegiado del mundo, son una fuente de problemas y enfermedades para sus componentes. Ahora, para distinguir, los especialistas les llaman “adicciones sociales” a cuestiones tales como ser un consumidor convulsivo. También aseguran que como mucho es algo social, a lo que añadiremos que beber mucho también es social, lo mismo que fumar muchos porros o invertir desmesuradamente en productos inmobiliarios.

Pedro Erkizia nos introdujo en “Documentos TV”, a un trabajo de elaboración propia de La 2 titulado “Consumidos”, que venía a denunciar estas nuevas enfermedades, o para utilizar la terminología al uso, patologías. Aparecieron dos mujeres una a cara descubierta y otra con su rostro velado que se confesaron “consumidoras convulsivas”, es decir que habían suplantado todos su placeres físicos y síquicos por el uso de las tarjetas de crédito. Durante años compraban y compraban por el mero hecho de comprar, hasta que empezaron a tener problemas de liquidez, y entonces entraban en el ciclo lógico, compra convulsiva, estado de culpabilidad, desorden emocional, problemas económicos y vuelta a empezar. La sintomatología recuerda a otras patologías que se están extendiendo en la sociedad, por lo que se puede entender que vivimos entre seres con propensión a la adicción, o que los impulsos que recibimos constantemente nos colocan ante una amplia oferta de sustancias o cuestiones adictivas.

Las contradicciones en las que vivimos son flagrantes, este documental con tan buenas intenciones se emitía desde uno de los inventos más adictivos de la historia de la humanidad: la televisión. El sexo es una necesidad, la comida es fundamental para la supervivencia, lo mismo que dormir. El resto es todo consumismo. Y si existe hoy en día una plataforma que incite al consumismo esa es la televisión y sus anuncios publicitarios, además de otros contenidos más subliminales. Como la religión, el fútbol o las hamburguesas. ¡Qué manía le ha entrado al gobierno de ZP en hacer publicidad de una marca de hamburgueserías! Me voy de compras. -