DONOSTIA
Miguel Angel Lotina dijo el domingo que considera a Mikel Aranburu el jugador que más le puede dar en la izquierda y que prefiere alinear a Jesuli de media punta y que, de contar con otro para jugar en la banda, no tendría dudas en alinear al azpeitiarra en el doble pivote. Como el técnico dijo en esa rueda de prensa que no hay que creer todo lo que dice, uno cree que la verdadera razón por la que no alinea a Aranburu en el doble pivote es porque no tiene confianza en que sin Garitano y Juanito en esa demarcación el equipo va a ser sólido, probablemente porque confía bastante menos de lo que debía en su joven pareja de centrales, que lo ha hecho muy bien en los tres últimos partidos. Probablemente Lotina espera el fichaje de un central y de otro jugador de banda izquierda para confiar más en su centro de la defensa y para dar el paso de eliminar a un medio centro defensivo y colocar ahí a Aranburu, que además con su forma de jugar provoca un mayor riesgo de pérdida de balón, aunque es necesario porque no arriesgar nada es el mayor riesgo que está corriendo la Real en ataque.
No sería malo que Aranburu juegue en la izquierda, porque con su tendencia al centro se gana poder en la zona ancha, si entrara otro medio centro que defienda bien y juegue mejor el balón. En ausencia de Mikel Alonso, Lotina por lo menos debería llamar a entrenarse con él a Elustondo para analizar una alternativa mejor que lo que se puede encontrar fuera en el difícil mercado invernal.
Sin chispa para jugar en banda
Jesuli agradeció no jugar en la banda izquierda, su posición habitual hasta ahora: «Me siento mucho más cómodo en la media punta porque estoy más en contacto con el balón. Además en banda hay que tener un tono físico importante y ahora a lo mejor no estoy con esa chispa». Aranburu comentó sobre el deseo generalizado de verlo en el doble pivote que «hay que preguntar al entrenador. Soy uno más de la plantilla y si jugar por la izquierda o por el centro vale para ganar partidos, encantado. Siempre he comentado que estoy más acostumbrado a jugar en posiciones más centrales, pero si juego por la izquierda no me importa».
Lo que los dos veían claro ayer es que el equipo debe atacar mejor. Lo que menos se valora, pero lo más elogiable de Jesuli, precisamente es su predisposición al trabajo. Corre hasta demasiado y eso unido a que no está a un gran nivel físico hace que llegue sin frescura a los finales de los partidos.
El sevillano dijo tras no entrenarse ayer por precaución que «estoy un poco cargado porque llevo varios partidos jugando noventa minutos y me cuesta un poco más recuperar. Intento trabajar defensivamente porque es importante ayudar. A lo mejor al final si corres mucho no tienes las ideas más claras de cara al gol, pero hoy en día hay que correr, no pensar que puedes tener una oportunidad en el minuto 85. El fútbol es colectivo y hay que trabajar. Aunque se debe correr hay que tocar más balón. Es importante tener más posesión, porque si no, es señal de que tienes que correr detrás del contrario».
No se arrepiente de venir a la Real, considera una ruina pensar en el partido del Nastic antes de ir al Camp Nou y para explicar los problemas ofensivos dijo que «es complicada la situación, el balón quema. La gente quiere, pero es difícil y muchas veces la ansiedad por querer ganar hace que queramos llegar antes a portería y eso nos dificulta llegar más».
Mejorar en ataque
En esa línea, Aranburu decía que «nos sabe a poco el empate, estamos en una situación en la que para salir de abajo necesitamos ganar. Los contrarios no nos están ganando ni haciendo ocasiones, pero cuesta llegar arriba con claridad. Hemos metido muy pocos goles y en estos momentos sabemos que hemos mejorado bastante el tema defensivo, pero nos falta mejorar el ofensivo, hacer ocasiones y meter más goles, que al final es lo que te da los puntos».Para esa mejoría necesaria, Aranburu dijo que «no podemos poner la excusa de que no tenemos confianza porque estamos mal clasificados ni la ansiedad de ganar. Todos podemos dar más, debemos coger como una obligación tener más el balón y cuidarlo mejor y por ahí puede venir la mejoría, intentar dar más de lo que hemos dado hasta ahora empezando cada uno por sí mismo».
El azpeitiarra deja claro que la Real debe ir al Camp Nou «con la intención de ganar, en noventa minutos puede pasar cualquier cosa. Es un partido más, muy difícil, pero se puede sacar algo positivo. Con su encuentro contra el Werder Bremen y luego un Mundialito, no es el peor momento para ir allí aunque a priori es el partido y el campo más difícil de la Liga. Lo importante es que, pase lo que pase, no nos haga daño».
J.I.
DONOSTIA Los clubes convenidos recibieron de desigual forma la publicación ayer en GARA de los 830.000 euros que aportará el departamento de Deportes de la Diputación para poner en marcha el modelo de fútbol base en el que trabaja con la Real y con el que se repartirá entre todos ellos alrededor de un 65% más de lo que recibían hasta ahora.
Eibar, Real Unión y Tolosa aunque en este caso queda por concretar cómo queda esa sede porque Beasain y Ordizia tienen su tradición y población son los que más agradecen el nuevo reparto porque serán los que reciban más dinero al convertirse en las tres subsedes principales detrás del centro de Zubieta XXI.
Los problemas empiezan a partir de ahí. Real y Diputación quieren reforzar a veinte unidades a los que se quiere situar en la línea de rendimiento y en algunas comarcas la elección del club líder será problemática porque conviven dos o más equipos de similar entidad.
A esta veintena de clubes se les destinaría cantidades mucho más importantes que las que recibían hasta ahora que podrían llegar a los 75.000 euros con la obligación de trabajar con una determinada metodología y de hacerlo con técnicos cualificados.
Los demás equipos tendrían aportaciones económicas muy inferiores en la línea de lo que recibían hasta ahora y tendrían que asumir que sus mejores jugadores irían a los equipos que entren en la línea de rendimiento.
Diputación y Real tendrán mucho trabajo para llegar a acuerdos con los clubes en cada zona y en todo este proceso serán claves las negociaciones con el Antiguoko, que se prevén difíciles porque no prima el dinero como los demás al ser el club guipuzcoano que mejor está económicamente y disponer de ofertas que podrían superar lo que ofrezca la Real.
El Antiguoko quiere que le dejen trabajar como hasta ahora para poder mantener el nivel de sus equipos y sería un error de Diputación y Real intentar impedirlo.
Los que más discrepan del nuevo reparto son los más pequeños. Debería establecerse un sistema por el que reciban dinero de la veintena de clubes a los que se reforzará en función de los jugadores que les aporten para que también se esfuercen por dar calidad a su trabajo y dejar abierta la puerta para que el que trabaje bien pueda entrar entre los veinte elegidos en lugar del que lo haga peor.