Maite Soroa
Las ganas de algunos
A los elementos montaraces de la cosa hispana se les hace la boca agua sólo de pensar en un eventual fracaso del proceso. Ayer, en “La Razón”, el habitual Carlos Alsina advertía que «Desplegados ya todos los triángulos de avería que presagian que el proceso de paz se va al carajo, haría bien el gobierno en empezar a cultivar a la opinión pública para que aquel contagioso optimismo que arraigó en el mes de marzo no mute en rancio pesimismo cuando mandemos a ETA a hacer puñetas. Si el proceso de paz no ha prosperado, peor para los pistoleros, los ‘pone bombas’ y quienes chupan del bote terrorista disfrazados de ‘hombres de paz’ y velocistas inmóviles de Anoeta». Lo más parecido a una amenaza, ¿verdad? Pues sigan leyendo.Se sitúa el columnista en ese escenario y proclama, solemne, que «Habrá que retomar ese otro proceso, largo, duro y difícil, que es la erradicación del conglomerado terrorista por la vía policial y judicial, estrictamente. Conviene convencer a la ciudadanía de que sigue siendo posible frustrada la negociación lograr que los etarras desistan de seguir violentando la convivencia cívica, ahora que Batasuna ha desistido (ella sabrá) de hacer política». Y para justificar su sed de represión y violencia, asegura el escriba a su parroquia que «A cada gesto de indulgencia del Estado, respondió ETA con una soberana patada en nuestra dolorida, pero recia, entrepierna. A cada guante de seda que ha exhibido el gobierno, Conde Pumpido mediante, ha replicado Arnaldo Otegi practicando el batasuno deporte del lanzamiento de cócteles molotov. No hay proceso de paz que resista semejante falta de voluntad de la otra parte». Repasen la hemeroteca y verán que no dice una verdad ni aunque le paguen. Y el agorero se rebaña en su sueño:«El escenario volverá
a ser el que era antes del ‘alto el fuego’. Muy estúpidos seremos todos si
caemos en el derrotismo o en el arraigado canibalismo de la vida política patria
(...) Doy por hecho que el día después de que el proceso quiebre, Zapatero
llamará a Rajoy y que Rajoy recibirá de buen grado la llamada. Doy por hecho que
Blanco y Acebes se abstendrán, por un día, de morderle la yugular al adversario.
Y doy por hecho que Imaz pedirá cuentas a Otegi por tanta palabrería y tanta
promesa hueca. Si el proceso de paz, como parece, se va al carajo, intentemos
que sólo sea una mala noticia para ETA». Les pueden las ganas. - msoroa@gara.net
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