Ikastolas tras el túnel de la alegalidad
Tras muchos años demandando una legalización, las cuatro ikastolas de la llamada«zona no vascofona» de nafarroa han logrado reconocimiento oficial. responsables de los centros consideran la medida como un paso que ayudara a hacer frente a susgastos corrientes y a socializar su labor, pero matizan que las inversiones Seguirán recayendo sobre sus espaldes y remarcan que en el oscuro tunes que han atravesado no han dejado de contar cada vez con más alumnos, y con impulsos solidarios como el que toda Euskal Herria dio a Arangoiti de Irunberri tras suspenderse el Oinez de 2003.
Cuatro ikastolas de la denominada zona «no vascofona» en Nafarroa, ven la luz al final del túnel. Durante años se han visto obligadas a afrontar la oscura travesía de la alegalidad. El Gobierno de Navarra aprobó la pasada semana el proyecto de ley para financiar a las ikastolas Argia de Tutera, Arangoiti de Irunberri, Erentzun de Viana e Ibaialde de Lodosa y materializar así su legalización. Asimismo, se anun- ciaba la regularización de la situación de Labiaga Ikastola de Bera, que está dentro de la «zona vascofona», pero en ese caso las expectativas no se han cumplido; se les han denegado los dos últimos años de la ESO alegando que no dispone de zona deportiva. Durante años, el compromiso y la inversión de padres y madres ha sido el principal sustento de estas ikastolas. De hecho, han llegado a hacer frente a inversiones millonarias a lo largo del tiempo que ha durado la alegalidad. A partir de ahora la situación de estos centros cambiará. El Gobierno de Navarra anuncia una ayuda de 8,8 millones de euros durante los próximos cinco años. Matizan que de esa cantidad hay que descontar el cupo por ser centros concertados. Por lo tanto, de la ayuda de 1.700.000 euros prevista para el año que viene, las ikastolas se repartirán poco más de 300.000 euros, según los responsables de las ikastolas, que añaden que la subida anual anunciada tampoco alcanza la previsión de IPC. Pese a ello, los representantes de las ikastolas se muestran contentos por que se atiende a una demanda histórica que les permitirá hacer frente a los gastos corrientes. Además, podrán tener acceso a ayudas en la formación al profesorado, servicios didácticos y de pedagogía, así como a los libros de texto. Las inversiones continuarán sobre las espaldas de las ikastolas, pero atrás quedan los tiempos demandando la «legalización». GARA ha querido acercarse a los responsables de estos centros para situar la importancia real de esta modificación.
«La legalización nos va a ayudar en la socialización»
«Hasta hace bastante poco nos miraban como a marcianos, pero ahora Argia Ikastola está mucho más aceptada». Así define Edurne Juanarena, la directora, la situación social del centro en la segunda mayor ciudad de Nafarroa. A pesar de ello y de que «el modelo D sea un desconocido en Erribera», Juanarena asegura que «esta legalización, tras muchos años de reuniones, trabajo e incertidumbre, es una gran alegría que nos va a ayudar en la socialización».A lo largo de estos 22 años, Argia Ikastola ha visto mejoras en su centro y cómo el numero de matriculaciones subía cada año a pesar de las dificultades. Según su presidenta, «la alegalidad ha tenido mucho ver en el numero de alumnos». Erribera es, además, una zona de las zonas de Euskal Herria con mayor población de origen inmigrante. Juanarena espera que esto «abra puertas, ya que si una familia viene aquí ahora se van a encontrar con la posibilidad de escolarizar a sus hijos en el modelo D». Respecto al apartado económico, Juanarena matiza que
«vamos a cobrar lo mismo que hasta ahora, ya que antes optábamos a determinadas
subvenciones». De cualquier forma, reconoce que «aunque sigamos teniendo
déficit, esto nos va a permitir tener una economía más saneada».
«Económicamente no vamos a ganar nada»
Para Ventura González, presidente de la Ikastola Erentzun de Viana, esta nueva situación supone «quitarse ese sello de alegalidad que nadie entendía y que muchas veces se confundía con ilegalidad». A pesar de valorarlo de manera «positiva», a juicio de Gonzalez lo que necesitan las ikastolas realmente es «viabilidad». «Esta medida ayuda a la normalización, ya que no es lo mismo ir a un centro alegal que la gente considera ilegal que ir a uno legal», explica. En este sentido, Gonzalez quiere dejar claro que «ganaremos socialmente», pero matizando a continuación que «económicamente no ganamos nada». En pa- labras del presidente de la ikastola de Viana, «ahora podemos optar a subvenciones, pero otra cosa es que nos la den». Yapunta que «descontando el concierto, del 1,7 millones de euros del año que viene nos quedará para pagar el gasto corriente, nada más». Pese a la alegalidad, «nuestro numero de alumnos ha ido
creciendo curso tras curso». Hubo un jalón importante. «El Nafarroa Oinez del 92
fue un gran empujón, tanto en infraestructuras como a la hora de que la gente de
la zona comprendiera la historia de la ikastola». Un impulso que puede repetirse
en apenas diez meses, ya que Erentzun Ikastola es la organizadora de la próxima
edición de la fiesta de las ikastolas navarras. Gonzalez mira ya a esta
importante cita: «Vamos a hacer hincapié en atraer sobre todo a gente de
Bizkaia, ya que la de Gipuzkoa, por cercanía, suele responder muy bien».
«El modelo D en Ibaialde es algo de calidad»
La ikastola Ibaialde de Lodosa es consecuencia de la fusión de los centros de Lodosa y Sartaguda hace cuatro años. La presidenta, Adelaida Urkizo, considera que «la legalización ayudará a estar más presentes dentro de la comarca». Urkizo alaba el trabajo de los padres y madres durante todos estos años e indica que «en nuestra ikastola, el modelo D es sinónimo de calidad».La presidente de Ibaialde se toma la oficialidad estrenada como «un reconocimiento que supone un alivio». Pese a ello coincide en que «nos va a llegar para cubrir los gastos, pero las inversiones las tendrán que seguir haciendo los padres, porque el ciclo de 0 a 3 años no nos lo paga nadie». Urkizo asegura que sigue habiendo «muchos frentes abiertos». Entre ellos destaca la petición para organizar un Nafa- rroa Oinez a medio plazo. Además del objetivo de lograr poder ofertar la ESO para que los alumnos no tengan que desplazarse hasta Lizarra, a casi 40 kilómetros, a partir de los 12 años. Es la única forma de seguir estudiando en euskara.
«En el Oinez vimos que teníamos todo un país detrás»
Jose Enrique Garcés es el ex presidente de la
Ikastola Arangoiti de Irunberri. Pese a no ser el principal responsable del
centro actualmente, se trata de alguien que ha seguido muy de cerca toda esta
situación durante años. A lo largo de todo este tiempo, Garcés afirma haber
vivido «sin saber cómo íbamos a llegar a fin de mes». Por tanto, esta nueva
situación «es un salto muy importante para trabajadores y alumnos». De cara a la
socialización, Garcés indica que en su caso «es donde menos impacto ha habido,
ya que el 80% de los niños escolarizados ahora optan por la ikastola».
Arangoiti Ikastola fue la organizadora del Nafarroa
Oinez 2003 que se suspendió por la mala climatología. Entonces, como señaló
Garcés, «estábamos muy metidos en nosotros mismos sin reparar en que teníamos a
todo un país detras, algo que comprobamos con el tsunami de solidaridad
posterior, que ni esperábamos y todavía agradecemos».
Respecto a la decisión de «legalizar» estas ikastolas,
Garcés considera «si ha hecho esto ahora será por qué a UPN le viene bien
políticamente». Destaca que «el giro que han dado no se corresponde con la
política llevada a cabo hasta ahora» y alerta de que «imagino que intentarán dar
un palo al euskara por otro lado».
|