- La Real dio una buena imagen, pero llega con seis puntos al decimoquinto partido contra el Nastic -
Ronaldinho y Valdés evitan otro punto
·El brasileño marcó en una jugada nacida por el hueco que encontró el Barcelona y el portero evitó el empate al final
F.C. BARCELONA 1 REAL
SOCIEDAD 0
DONOSTIA
La Real cosechó en el Camp Nou el resultado que cabía esperar. Si el Barça ha ganado con autoridad todos los partidos de casa menos el empatado con el Valencia, lo normal era que volviera a hacerlo y que la Real saliera de vacío como es norma desde la campaña 95-96, pero para ello necesitó que el árbitro no señalara fuera de juego por influencia de Gudjohnsen en el remate de Ronaldinho que impidió, junto con la parada final de Valdés a un remate al que entraron al alimón Mikel González y Garitano, sumar un quinto empate consecutivo que habría sido muy importante.Como tradicionalmente lo normal en el Camp Nou era perder y casi bastaba con dar una buena imagen, algo que la Real no ha hecho durante la semana tras ser primera página por la anecdótica pelea, hasta casi se puede dar por bueno lo sucedido. Hizo un buen partido, especialmente en la primera hora, el tiempo que tardó Ronaldinho en traducir el estado de gracia en el que se encuentra en su undécimo gol en Liga de la temporada, y tuvo el carácter de ir en los últimos minutos con superioridad numérica a por el empate que pudo llegar en los remates de Kovacevic y Mikel González. Además lo positivo de la buena imagen dada ayer, probablemente se dio por ello, fue que llegó al jugar con toda la alegría y los riesgos con los que debía haber afrontado los tres anteriores partidos de Anoeta para buscar esa victoria que se necesitaba para romper la racha. Justo en el partido en el que lo más normal parecería presentar el planteamiento defensivo de los dos anteriores partidos, Lotina cambió a los dos medios centros defensivos y eso llevó a jugar mejor el balón, aunque se resintió el centro, zona que quiso reforzar en exceso Aitor sin que Gari cerrara la banda, con lo que se generó ahí el hueco con un Giuly muy abierto e inspirado por el que llegó casi todo el peligro del Barcelona y el gol de Ronaldinho ahí se echó de menos al medio centro defensivo para cubrir esa parte clave del área que decidió el encuentro.
Un cambio radical Lotina planteó el encuentro con toda la alegría que le faltaba en anteriores partidos al situar a Aranburu en el doble pivote junto a Rivas en lugar de los habituales Garitano y Juanito y asumió todos los riesgos que se evitaban antes al jugar con la línea defensiva muy adelantada y con una pareja de centrales experimental formada por Mikel González y Juanito. Salió mejor de lo que podía temerse por la trayectoria del malagueño en sus partidos de central y la poca coordinación de los centrales ya que hasta ocho fueras de juego fueron sancionados al equipo azulgrana en el primer periodo, doce en todo el partido aunque dos de ellos no los fueron y desbarataron claras opciones de gol locales.
Hasta los dos laterales, sobre todo Gerardo, subieron con más decisión que en los últimos partidos de Anoeta. Justo en el campo en el que más complicado resultaba hacerlo por la calidad del rival, la Real demostró sin la presión de los partidos de anteriores y con la calidad de todos los jugadores que deben marcar las diferencias que con esa forma de jugar se puede plantar cara a un gran rival. Se presionó mejor la salida de balón con Rivas y Aranburu muy adelantados y con un buen trabajo de los cuatro jugadores más ofensivos se consiguió algo que es casi un hito visto el juego de los últimos partidos, llegar al descanso con mayor posesión de balón que el Barça en su campo. Al final se acabó con un 53% para los locales y un 47% para los blanquiazules.Bien es cierto que la Real se encontró con un Barcelona en plena resaca europea antes de pegarse su borrachera mundial de partidos de la próxima semana. Cambió a casi todo su bloque defensivo con respecto al partido del martes salvo los tres jugadores más adelantados, para los que Rijkaard no tiene recambios de su confianza. Jugó con muy poco ritmo y se limitó a buscar la banda derecha con Giuly, Belletti y Deco y terminar por la izquierda con Ronaldinho, que tuvo tres remates de auténtico lujo. Giuly jugaba muy abierto y como Aitor centraba mucho su posición para impedir que los centrocampistas locales entraran por ahí, el francés recibía siempre con muchos espacios y así llegó la jugada del gol. Lo fácil es culpar de esa vía por la que entraba siempre el Barcelona al lateral, pero Lotina le eximió de culpa en la rueda de prensa al denunciar que lo que falló fue la presión al origen del balón, aunque el cambio de Garrido por Gari invita a pensar que el de Ibarra no hizo lo que debía porque cuando el lateral centra tanto su posición el interior es el que debe cerrar la banda y ni hizo ese trabajo ni atacó bien. Las jugadas de mayor peligro del Barcelona llegaron en esas entradas por la derecha y en los remates del brasileño. En dos de ellos Bravo volvió a demostrar su buen nivel. Al margen de esos remates del brasileño y de dos sustos en goles bien anulados por fueras de juego, la Real aguantó bien el primer tiempo e incluso pudo adelantarse en una clara ocasión de Mikel Aranburu que despejó un defensa cuando se acariciaba el gol.
Un segundo tiempo peor La Real empeoró en el segundo tiempo. La presión fue peor y en posiciones más retrasadas y eso permitió al Barcelona jugar con mayor comodidad en el campo realista, aunque tampoco dispuso de muchas ocasiones al margen de la del gol. Después del 1-0, la Real acusó el golpe y el Barcelona no tuvo la frescura y el instinto para sentenciar y Rijkaard pareció con sus cambios más preocupado de repartir esfuerzos que de marcar un segundo gol.
Eso unido a la expulsión de Sylvinho hizo que la Real se fuera a por el empate en los últimos diez minutos y dispusiera de sus dos oportunidades. La de Mikel González debe servir para sacar otra lectura porque sólo hubiera faltado que marcara en su única subida al remate en las jugadas a balón parado. Si ayer quedó claro que la Real juega mejor con un segundo pivote más creativo, también es evidente que le cuesta mucho marcar goles y para explotar las jugadas a balón parado no arece lo mejor que las bote un lateral y que por ello un central se quede sin subir a rematar. Porque si este equipo quiere ganar partidos debe marcar goles y para ello habrá que buscar petróleo en cada jugada de estrategia.
Lotina: «Este partido nos tiene que dar confianza»
BARCELONA
Miguel Angel Lotina dijo tras el partido que
«hemos hablado de que antes de Navidad teníamos tres partidos que debemos
afrontar como un partido de tres tiempos. El primero nos tiene que dar confianza
para los otros dos. No es lo mismo perder así que 4-0. La confianza que da al
jugador es importante. Es lo mismo que pasó con el Atlético, que jugamos bien y
empatamos. En nuestra situación nos sirve de poco, pero si estuviéramos con
catorce puntos jugar así sería importante».
En esa línea, el técnico realista comentaba que «hemos
hecho un gran partido. Al Barcelona le hemos cogido un poco confiado porque tras
unos días de ansiedad por su partido contra el Werder Bremen mañana se iban de
viaje y sabía que podía tener un exceso de confianza que nos podía favorecer.
Hemos hecho un gran esfuerzo. El único peligro con Giuly lo hemos controlado
bastante bien. Hemos tenido un rato malo tras el gol, que nos ha dejado tocados
y contra el Barcelona tienes que estar concentrado. Su gol ha sido raro, pero me
ha dejado bastante contento el equipo. Hemos hecho cosas buena, casi sacamos el
empate, hemos puesto nervioso al Camp Nou y me voy contento».
Preguntado por el gol y por el peligro que llegaba
siempre con Giuly por la derecha, dijo que «el portero me ha dicho que le ha
molestado Gudjohnsen y si era fuera de juego y le molestaba... Ha habido algo
raro. El problema por la izquierda no venía de la basculación del lateral, sino
de no apretar antes a Xavi para que no diera el pase. En el segundo tiempo lo
hemos corregido y recibía menos. El problema no era el de Giuly al final, sino
de inicio».
Preguntado sobre el cambio de Garrido por Gari dijo que
«he sacado lo que había. Por más que miraba al banquillo no veía más que a un
chaval de 18 años, a Garrido, que es un lateral... Jesuli anda con problemas de
adductores y le tenía que cambiar para que no se lesione. Y no había más. Los
cambios eran lo que había, así de claro, pero estoy contento con todos».
Reconocía que «ante el Barcelona todo te tiene que salir
bien, pero sabía que le íbamos a coger inconscientemente confiado después de los
días que han pasado y eso jugaba a nuestro favor. Había soñado con llegar con el
0-0 al minuto 80, que el Barcelona se desordenara y aprovecharlo para meter un
golito, pero han sido ellos los que nos han metido el gol. Lo demás salió como
esperaba».
Apuntes
Descanso hasta el martes a las 10.30
La Real regresó en vuelo charter tras el partido a
Donostia y los jugadores tendrán descanso hasta el martes a las 10.30 en Zubieta
para comenzar a preparar el duelo del domingo a las cinco contra el Nastic en
Anoeta.
Atractiva jornada de fútbol en Zubieta
El Sanse quiere a las doce con el Logroñés en el Z-1 su
quinta victoria consecutiva mientras las chicas buscan la revancha de ayer a las
once con el Barça en el Z-7 y el primer cadete recibe a las cuatro al Barakaldo.
El juvenil visita al Tolosa (16.30).
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