Piterman no estuvo y Cos se marchó en la segunda mitad
GASTEIZ
La «revuelta de la general» terminó convirtiendo en real el sueño de muchos y muchos alavesistas, ya que el equipo gasteizarra terminó el partido con Dmitry Piterman y Chuchi Cos a varios kilómetros de distancia del estadio del Paseo de Cervantes. El presidente, según apuntaron desde el club, debió perder algún enlace aéreo y se encontraba en Londres a la hora del partido, mientras que el entrenador tuvo que abandonar el estadio durante la segunda mitad, con el partido en juego, por «motivos de seguridad».
Sin duda, el de ayer fue el día más duro en la carrera profesional de un Chuchi Cos al que su amo dejó solo ante el peligro en un día de perros, no sólo en lo meteorológico. El banquillo fue el blanco de las iras de la afición en su protesta dentro del campo, y sin Piterman en los alrededores, Cos supo la que se le venía encima desde el primer instante.
Casi una hora antes del inicio del partido, el cántabro tuvo que retirarse al vestuario cuando la decena de aficionados que había en el estadio le increpó cuando hablaba por su móvil. Pero lo peor estaba por llegar y lo hizo a eso del cuarto de hora, cuando los aficionados llegaron a romper el metacrilato de encima de su banquillo. Cos, que no había salido a dar ninguna instrucción, había recibido insultos y la lluvia de carteles en su contra, fue el único que permaneció dentro del banquillo y apenas pudo ver lo que sucedió en el campo porque la muralla de ertzainas que le custodiaba.
En la segunda mitad comenzó viendo el choque desde el túnel de vestuarios pero al poco tiempo abandonó el estadio por «motivos de seguridad».
Antes del partido, Piterman jugó al despiste, ya que se simuló su entrada por medio de la sentada organizada por Alaves Gare. Yes que, después de que los jugadores entraran entre los aplausos y ánimos de los aproximadamente 300 aficionados allí reunidos De Lucas fue duramente insultado la ertzantza hizo el pasillo de seguridad al autobús del rival y un todoterreno negro en el que se creía iba el ucraniano, que recibió la ira de todos los allí reunidos.
|