Los puentes vacacionales acaban siendo un recuento de anécdotas y una acumulación de flecos informativos que se van fragmentando entre partes meteorológicos, intervenciones políticas en revoltijo y reportajes sobre el consumo acelerado que parece ser el impulso social que más ha cundido en estos días que dejamos atrás. Pero ayer era el día mundial de los Derechos Humanos eso que vemos en los periódicos como DD.HH. y que son un clásico en el sentido estricto de que todo el mundo habla de ellos sin saber con exactitud de qué se trata. Es una declaración que da carta de naturaleza a una manera de convivir en el globo terráqueo. Derechos individuales y colectivos, que no se respetan, por lo que seguramente si alguna vez se cumplieran de manera absoluta el mundo cambiaría en un amanecer. Para oscurecerse pronto, porque forman parte del cinismo global.

En esta semana hemos visto uno de estos momentos esperpénticos de la televisión, Una vez más sucedió en “Aquí hay tomate”, donde además de hartarnos con la actitud violenta del supuesto hijo del Pescaílla, se convirtieron en agentes secretos y advirtieron de que el concejal en búsqueda y captura de Marbella que pertenece o perteneció al PA, estaba escondido en un convento. Lo curioso es que en alguna comisaría estaban viendo el programa y, por si acaso, acudió una patrulla para ver si lo encontraban, y allí que un madero acabó dando explicaciones en los micrófonos diciendo que no había nadie allí escondido. Es decir que los montajes televisivos, los delirios de este sistema de perturbaciones informativas incide hasta en los cuerpos de seguridad. ¿La conexión Tomate? No sé cómo llamarlo.

Leo que ha muerto de un infarto, “el crítico musical” Lauren Postigo. Y la verdad es que me agrada que a los muertos se les trate con dulzura, pero el pobre Postigo acabó siendo una mercancía televisiva, es decir una sombra de sí mismo. Pasó al estrellato hablando de la copla, y el flamenco, pero acabó casándose por el rito zulú para cobrar unas exclusivas. Paseó su melena rubia por los platós en una muestra de la decadencia. Su programa “Cantares” creó escuela. Hoy está en el olvido. -