SALUD LABORAL
Guía de Osalan para saber cómo actuar ante las emergencias
Osalan ha presentado una guía para la «coordinación eficaz con los servicios externos en la aplicación de un plan de emergencia». La primera recomendación esencial es que los empresarios son los responsables de garantizar la seguridad y la salud de los trabajadores. Recomienda tener un manual de autoprotección y realizar simulacros para conocer sobre el terreno si la seguridad está garantizada.
La coordinación eficaz con los servicios externos en la aplicación del plan de Emergencia» es una nueva guía que Osalan ha presentado recientemente con el ánimo de servir a las empresas para mejorar la actividad preventiva en caso de un accidente grave. Ignacio Murgia, director general de Osalan, señala que «las situaciones de emergencia, tanto en el ámbito laboral como en el social, se dan con relativa frecuencia y, a veces, con consecuencias graves, tanto para los bienes materiales como, y esto es lo importante, para las personas».Murgia reconoce que es labor del empresario la adopción de medidas preventivas, aunque admite, por otro lado, que «queda una laguna a la hora de resolver las emergencias de nivel máximo, la emergencia general». Así, el máximo responsable de Osalan constata que «el empresario, según dice el citado precepto legal, deberá adoptar las medidas necesaria en materia de primeros auxilios, lucha contra incendios y evacuación de los trabajadores». Pero, según manifiesta, «este mandato no tiene un desarrollo posterior, lo que hace que se preste a distintas interpretaciones que pueden lugar a actuaciones diversas, que no siempre serán las adecuadas».
Manual de autoproteccion
El manual de Osalan explica que «el empresario deberá organizar las relaciones que sean necesarias con medios externos a la empresa, en particular en materia de primeros auxilios, asistencia médica de urgencia, salvamento y lucha contra incendios, de forma que quede garantizada la rapidez y eficacia de las mismas». Debido a que puede haber personas ajenas a la empresas, es decir contratas y subcontratas, «el empresario titular deberán coordinar a las mismas y éstas deberán cooperar con la empresa contratante». Por lo tanto, un elemento necesario es que el empresario «debe proteger la seguridad y salud de todas las personas que se encuentran dentro de sus instalaciones». Para ello, las empresas deben redactar e implantar un manual de autoprotección. Es una herramienta necesaria y útil. «En el mismo será necesario que se definan las relaciones con los servicios externos de emergencia y las actuaciones necesarias para facilitar su acceso a las instalaciones, comunicar la situación, etc., lo que supondrá, además, una actuación más rápida y eficaz, y menos peligrosa, tanto para los trabajadores como los propios servicios externos que acudan, además de más económicas, pues se producirán menos pérdidas». Osalan recuerda, por otro lado, que los servicios externos pueden actuar en caso de rescate en altura, por atrapamientos de máquinas, por contacto eléctrico, por derrumbamientos de edificios, taludes o zanjas, en espacios confinados, incendios, fugas y derrames de productos peligrosos, inundaciones y otro tipo de riesgos. En estos casos, se recuerda que las medidas de prevención deben ser también tenidas en cuenta para evitar que el accidente o la situación de emergencia no produzca un daño mayor. En todo caso, el manual de Osalan recuerda que se debe confeccionar un panel informativo para emergencias que se debe situar en un «lugar fácilmente accesible y seguro» y, por otro lado, deberá redactarse una documentación especial para depositar en el buzón de los bomberos en la que constará esencialmente planos, fichas de seguridad de los productos presentes en las instalaciones y el documento que se puede obtener de seguir este trabajo, «a partir de datos extraídos del Manual de Autoprotección o los documentos que ya posean en este sentido». El manual de Osalan permite que se pueda desarrollar un plano de la empresa para que sea conocido por quienes deben acudir al rescate o salvación de un trabajador, puesto que «cuanto más rápido se pueda intervenir, antes se puede actuar sobre la vida del trabajador que se encuentre atrapado o con problemas para su salud», precisa Osalan.-
BILBO
Evaluacion previa en cada empresa
El manual de Osalan es bilingüe. Al final se incorporan una serie de anexos en los que se indican cómo debe documentarse el panel informativo de emergencias donde estará bien señalizado cada punto de la fábrica donde se encuentran las bocas de agua, las zonas de almacenamiento de productos químicos y peligrosos. También propone «el método Meseri» para controlar el riesgo de incendio para lo que es necesario conocer los sistemas de protección de la empresa ante el riesgo de fuego y de humo y la intensidad de la propagación que pueda darse.Para ello, se tendrá muy en cuenta la situación de los extintores y su ubicación. De ese análisis, se obtendrán una serie de baremos que indicarán si la empresa está preparada o no para afrontar con unas mínimas garantías una situación de riesgo de emergencia por incendio. Osalan recomienda también realizar con la plantilla simulacros «para conocer detalles que han podido pasar desapercibidos en primera instancia».
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