BRUSELAS
Los ministros de Telecomunicaciones de la Unión Europea debatirán hoy la propuesta de la Comisión Europea para bajar el coste de las llamadas por teléfono móvil en el extranjero, el denominado roaming o itinerancia internacional. La propuesta de la CE quiere reducir el coste de la itinerancia a través de la limitación de precios en el mercado mayorista (lo que las empresas operadoras de distintos países se cobran entre sí por acceder a sus redes), pero no en el minorista (lo que una empresa le acaba cobrando al usuario).
Algunos estados miembros (como el italiano, el español o el checo) se opusieron a esta idea, porque consideran que en la parte mayorista del sector ya hay competencia entre las distintas empresas y la actuación de la UE supondría una intervención en un mercado competitivo.
En cambio, no hay control en el sobrecosto que las compañías telefónicas acaban cobrando al usuario por usar su móvil en el extranjero, y que en algunos países del norte de Europa puede ascender al 300%, según explicaron fuentes diplomáticas.
El Ejecutivo español mantiene su oposición debido a que, según explica, el elevado número de turistas que recibe obliga a las empresas de telefonía a realizar fuertes inversiones en zonas costeras no urbanas, que solo se rentabilizan a largo plazo debido a la estacionalidad del uso.
En cambio, los países más favorables a la idea, los del norte de Europa, no tienen ese problema, y además la propuesta original de la CE hace que sus operadoras obtengan mejores precios en el mercado mayorista a la vez que mantienen la libertad de precios a los usuarios.
Debido a las fuertes diferencias, se está trabajando con varias ideas que permitan mantener algún tipo de limitación de precios en el mercado mayorista y también en el minorista.