A Luis María Ansón le encanta poner nervioso al personal y ofrecer luego la receta mágica, de su propia rebotica, para solucionar los males que anuncia con aire apocalíptico.

Ayer en “El Mundo” advertía que lo que Zapatero se propone es, nada más y nada menos, que «dar vía libre para que ETA se encarame en el poder político de las provincias vascongadas» y aseguraba que «en no demasiados meses veremos a calificados dirigentes etarras formar parte del Gobierno vasco». En Madrid ya han empezado a rilarse.

Y por si alguno no le hubiera tomado demasiado en serio, va Ansón y remacha el objetivo zapateril:«por mucho que se trate de enmascarar, es que ETA escale el poder y, desde él, proclame en poco tiempo la independencia del País Vasco, para comenzar después el acoso sobre Navarra por los mismos procedimientos que le han proporcionado el éxito en las Vascongadas».

Y, ¿cómo va a conseguir la izquierda abertzale todo eso? Pues Ansón lo explica:«Tras décadas de terror, tras 30 años de agitación política a través de las ikastolas y los medios de comunicación vascos, ETA ha pasado del 2% de los votos, esa era su situación en 1978, a expectativas de alcanzar el 20%. Es decir, los etarras batasunos, si las cosas les salen como esperan en las elecciones autonómicas, podrían gober- nar en el País Vasco en coalición con el PNV. El aperitivo son las municipales».

Y todo eso sucede, dice Luis María porque «Zapatero embustero, y su cómplice Eguiguren, llevan negociando subterráneamente con ETA, y engañando a los españoles, al menos desde el año 2004. Pulsada la debilidad zapatética, los etarras se frotaron las pistolas y decidieron anunciar una tregua (...) lo que se va a imponer, lo que se está imponiendo en el País Vasco, es la dictadura del miedo».

Y llegado a este punto, cuando el pánico se ha extendido entre sus lectores, Ansón saca el ungüento:«El PP, en fin, si Rajoy no se deja engañar, puede dificultar, en la calle y en el Parlamento, la rendición de Zapatero. La Justicia seguirá defendiendo el Estado de Derecho porque la Constitución no se rinde. Y Francia, sobre todo. Sarkozy se ha dado cuenta ya de que no es bueno para su nación que ETA suba al poder. A medio plazo, eso puede acarrear graves consecuencias en el País Vasco francés». Y Ansón, al frente, enarbolando la rojigualda. - msoroa@gara.net