BILBO
LAB acusa al Gobierno de Lakua y a la Diputación foral de Bizkaia de «ceder» ante las presiones de la multinacional Reckitt Benckiser y «permitir» el cierre de la planta de Gueñes.Jorge Silva, delegado de LAB, Raúl Vecino, responsable del sector en la zona, y Alberto Kurto, responsable de Ezkerraldea de LAB, criticaron que esa empresa «ha obtenido jugosos beneficios en Bizkaia», «ha percibido subvenciones de las administraciones públicas y se ha beneficiado de nuestro trabajo para marcharse cuando hanvisto que en otro lugar puede lograr mayores beneficios económicos».
Los tres miembros de LAB, que comparecieron junto a un grupo de trabajadores, recordaron que la multinacional decidió en 2003 el cierre «sin tener causa alguna que lo justificase, salvo el objetivo de ganar más dinero en otros países con producción más barata». A juicio de Kurto, «sabiendo de esas intenciones, lo que han hecho el Gobierno de Lakua y la Diputación foral de Bizkaia ha sido velar por los intereses de las multinacionales y no por los de los trabajadores».
LAB afirmó que la decisión del cierre se debe a dos razones. Por un lado, «porque es más barato, ya que ha financiado el cierre con la venta del terreno adyacente, que fue recalificado a suelo urbano un mes antes por decisión del Ayuntamiento y la Diputación, lo que permite a la empresa lograr un ingreso de ocho millones limpios en la operación». En segundo lugar, Kurto y Silva aseguraron que el paso dado por la multinacional se explica «porque aquí se aplica una legislación más permisiva que en el resto de Europa con el tema de la deslocalización».
LAB acusó a la empresa «de amenazar a la plantilla», mientras que «quienes deberían de garantizar nuestro futuro, es decir las instituciones, han apoyado a la multinacional, después de que hicieran unas grandilocuentes manifestaciones en un primer momento. Se han alineado con Reckitt».