Angel ABALDE | Coordinador de
ESK
La reflexión y la discusión sobre negociación colectiva es difícil, porque está preñada de elementos negativos y poco edificantes: división y enfrenta- mientos sindicales; intransigencia patronal que, unida a una insuficiente combatividad, da un cuadro de escasos resultados; poca renovación y pocas innovaciones reivindicativas y de dinámica de negociación y presión sindical.
Siempre es posible que cada cual cuente la feria como mejor le venga en gana y pretenda colar, a través de experiencias parciales, retratos de una negociación colectiva que no coinciden para nada con los que ofrecen otros. Por eso, curándome en salud, anuncio de antemano los límites de esta reflexión. Por un lado, sólo abordaré algunos temas que afectan a la negociación colectiva. Por otro, echaré mano de referencias estadísticas amplias (las del CRL de la CAPV, por ejemplo).
A más conflictos, más conquistas. En la CAPV se lucha más que en el resto del Estado y se obtienen mejores resultados. No sé si alguien puede dudar de la correlación positiva entre el conflicto laboral y los frutos reivindicativos conseguidos en los convenios.
En el mundo sindical cualquiera sabe que la intransigencia empresarial es un principio de su funcionamiento y que no es posible alcanzar mínimas reivindicaciones si no es a través de una presión que deviene en conflicto y huelga.
Hasta setiembre se han perdido en la CAPV 117.000 jornadas de trabajo en 177 huelgas en las que han participado 46.200 personas. Lo que destaca no son estos datos en sí, sino su comparación con el resto del Estado y con Europa.
Los datos de Eurostat 2004 permiten una comparación. De ellos se deduce que en la CAPV se dejaron de trabajar por causa de huelga 804 jornadas por cada 1.000 trabajadores y trabajadoras; en la UE 25,46 días, y en el Estado español 260. Es decir, 17 veces más que en la UE y tres veces más que en el Estado Español.
Los convenios registrados en la CAPV en 2006 han tenido un incremento salarial medio del 4,86% frente a los de ámbito estatal con incidencia en la CAPV, cuyo incremento ha sido del 2,57% (aunque se debe tener en cuenta las cláusulas de revisión salarial).
El 42,3% de los convenios registrados en 2006 han reducido la jornada laboral, con la diferencia entre los convenios de ámbito CAPV (50% de convenios con reducción de jornada) y de ámbito estatal (28,2% de convenios con reducción de jornada). La jornada media pactada en 2006 ha sido de 1.706 horas (1.714 horas en los convenios de sector y 1.680 horas en los de empresa).
En los convenios de ámbito estatal con incidencia en la CAPV la jornada es superior (1.735 horas) a los registrados en la CAPV (1.696 horas).
No creo posible sacar otras correlaciones que liguen la conflictividad con otras variables que suelen estar en el candelero de las polémicas sindicales.
Por ejemplo, con la unidad sindical. La unidad ayuda a la hora de plantearse una movilización, pero ni es una condición necesaria, ni tampoco una garantía. En el Estado Español existe mucha unidad entre CCOO y UGT. ¿Se traduce esa unidad en un mayor nivel de conflictividad y/o de éxitos reivindicativos? Ni lo uno, ni lo otro.
Segundo ejemplo, con los marcos de negociación. Si en un centro de trabajo sólo existe un sindicato, su determinación de cara a la lucha puede ser definitiva para que esta salga. Como esto no es normal que ocurra en un sector, donde lo lógico es la confluencia de varios sindicatos, puede pensarse que será más difícil unificar a todos los sindicatos en el camino de la movilización.
La conclusión de este silogismo sería que existe un correlación positiva entre el marco de negociación de los centros de trabajo y la conflictividad y no la hay en cuanto a los marcos sectoriales.
Yo creo que el problema es mucho más complejo que como lo acabo de describir. Analizando experiencias de conflictos sectoriales y de empresas de este último año, sale una gama muy variada de situaciones.
De todas ellas, la correlación que sí me parece evidente, por encima de los marcos, es la determinación sindical para arrancar reivindicaciones a la patronal a través de la lucha. Donde hay sindicatos decididos en este empeño, salen luchas y salen conquistas.
Ese es el camino. -