Todo listo para el adiós al dictador de Turkmenistán
Todo está listo para las exequias del «Turkmenbachi» Saparmourat Niazov, fulminado el pasado jueves por un ataque cardíaco. Su muerte se ha cobrado ya la primera víctima política. El presidente del Parlamento de Turkmenistán, por ley el presidente en funciones, ya está en la cárcel por «abuso de poder» y «conducta inmoral».
ASHJABAD
Importantes refuerzos policiales vigilan desde ayer los principales accesos y las calles de la capital turkmena, Ashjabad.La antigua capital en tiempos de la URSS, Kiptchak, villa natal de Niazov, está blindada y los operarios se afanan desde hace días para lustrar las zonas por las que pasará el cortejo fúnebre en una ceremonia tan fastuosa como el culto a la personalidad fomentado por el autoproclamado Turkmenbachi, líder de todos los turkmenos. El cadáver del otrora comunista que lideró el país durante los últimos 21 años será expuesto en el Palacio presidencial y será inhumado en el mausoleo familiar, a escasos metros de una de sus muchas obras faraónicas, la más grande mezquita de Asia Central, sobre cuyos muros ordenó escribir sus propias «enseñanzas» junto a versículos del Corán. Asistirán a las exequias los primeros ministros turco, Recep Tayip Erdogan, y ruso, Mijail Fradkov, así como el jefe de Gobierno ucraniano, Viktor Yanukovich. EEUU y China enviarán a sus representantes, aunque de menor nivel.
Primera víctima política
El presidente del Parlamento de Turkmenistán, Ovezgueldi Atayev, fue destituido, procesado y encarcelado el pasado viernes, acusado de «abuso de poder» y «conducta inmoral».En virtud de la Constitución, Atayev debía haber asumido la Presidencia en funciones. Su rival, el viceprimer ministro Gurbanguli Berdimujammedov, le ha enviado a prisión y ha asumido no sólo la Presidencia sino la organización de las exequias, un rol atribuido tradicionalmente al probable sucesor. A tenor de la misma Constitución, el presidente en funciones ni puede ser candidato en las presidenciales, cuya fecha se anunciará el martes, aunque no se descarta otro golpe de timón del nuevo líder. Pero hay más candidatos, entre ellos el hijo varón de Niazov, Murad, residente en Viena pero que ha asumido recientemente puestos de responsabilidad en el sector energético. También suena el jefe de la guardia personal del finado, Akmurad Redzhepov.
Las potencias velan por sus intereses
GARA
MOSCU Mientras EEUU no tiene empacho alguno en pedir «democracia» tras la muerte del líder turkmeno con el que tan buenas relaciones tuvo, Rusia mira de reojo ante el temos a un eventual experimento de «revolución de colores» al estilo de los promovidos en Ucrania, Goergia y la vecina Kirguizistán. Quinto productor mundial de gas natural, el gigante ruso Gazprom firmó en setiembre con Niazov un contrato para blindar un suministro anual de 50.000 millones de metros cúbicos de gas. Y es que a Rusia le resulta más rentable comprar gas turkmeno que extraerlo en Siberia. También China tiene gran interés en la estabilidad de Turkmenistán. La Corporación Nacional de Petróleo de China obtuvo en noviembre acceso a los yacimientos turkmenos. Turkmenistán tiene además acceso al Mar Caspio, una de las mayores reservas de hidrocarburos del Planeta. EEUU se benefició de la aquiescencia del dictador en su agresión a Afganistán. Berdimujammedov ha prometido a unos y otros que mantendrá todos los compromisos de Niazov.
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