El mes de diciembre se ha convertido en los últimos años en referencia obligada para quienes sostienen la reclamación de las selecciones deportivas nacionales, como consecuencia de la celebración del partido anual organizado por la Federación Vasca de Fútbol. Este año habrá también partido, pero el ambiente dista mucho del vivido entre los aficionados en otras ocasiones, entre otras razones porque su organización ha venido a certificar un divorcio entre quienes dirigen la Federación de las tres provincias de la CAV y jugadores y afición. Estos últimos han hecho una piña en la exigencia a la Federación presidida por Iñaki Dobaran de que no se limite a la celebración de un amistoso anual y comiencen a dar pasos hacia la oficialidad.
«Sin compromisos, no hay apoyo», fue el grito lanzado por ESAIT a principios de semana, con el apoyo de quince peñas de aficionados de Athletic, Real, Osasuna y Alavés. Pero quizás el pronunciamiento que ha alcanzado un mayor calado ha sido el presentado este mismo viernes por una treintena de futbolistas en activo, pidiendo a la Federación Vasca de Fútbol voluntad para dar carácter nacional a la selección. Dicen los futbolistas vascos que encuentros amistosos como el que se celebra este miércoles contra Chile sólo tienen sentido si paralelamente se está trabajando en otros ámbitos en la misma dirección. Algo que en la actualidad no se da y que el propio presidente de la Federación niega incluso que se pueda dar. En su opinión, la Federación está obligada a transitar por la legalidad y serían otros estamentos los que estarían obligados a trabajar para que Euskal Herria pueda participar en competiciones de carácter internacional.
Esta disparidad ha llevado al contrasentido de que una afición y unos jugadores que año tras año han dado muestras evidentes de compromiso para trabajar por un objetivo que se suponen comunes a todos los estamentos del fútbol vasco, hayan sido duramente reprendidos por quienes en teoría debieran ejercer de sus representantes. La Federación Vasca ha censurado la acción de jugadores y técnicos que portaron una pancarta por la oficialidad en el partido jugado con la selección catalana. Y tanto ESAIT como jugadores y aficionados han decidido poner punto final a la ilusión de que a través del estrecho camino por el que transita la Federación se vaya a poder llegar algún día a cumplir el deseo mayoritario del fútbol vasco de contar con una única selección nacional y oficial. -