Eguzki convoca una asamblea nacional de pueblos afectados por el urbanismo salvaje
·Pretende facilitar una respuesta global y contundente a la actual «situacion de emergencia»
El próximo sábado 20 de enero, a las 10.30 de la mañana, la sede de Eguzki en Bilbo se convertirá en punto abierto de encuentro para los pueblos que se sienten víctimas de actuaciones urbanísticas abusivas. Con esta iniciativa, el colectivo ecologista pretende dar una respuesta integral a lo que ya es un problema global en Euskal Herria. «Nuestros pueblos están dejando de ser espacios para la vida y se están convirtiendo en solares para la especulación», manifestó ayer Alberto Frías, miembro de Eguzki, quien también aseguró que «el urbanismo salvaje amenaza con cementarlo todo».
BILBO
Localidades como Artziniega, Bakio, Getxo, Barakaldo, Bastida o Elorrio, entre otros, han confirmado ya su representación en la asamblea nacional de pueblos afectados por el urbanismo salvaje, una convocatoria de carácter abierto a la que Eguzki espera que acudan aquellos colectivos o personas que hayan constatado que en sus municipios se han llevado a cabo actuaciones abusivas en materia urbanística.Con esta iniciativa, el grupo ecologista pretende facilitar un punto de encuentro para afrontar iniciativas conjuntas: «Hasta ahora se han desarrollado acciones aisladas desde diferentes plataformas populares, que han cumplido objetivos; pero ha llegado la hora de dar un enfoque global, porque, aunque con particularidades locales, el problema es general», matizó Alberto Frías. Eguzki también pondrá al servicio de esta asamblea toda la experiencia y conocimientos acumulados por este colectivo en los últimos años en materia urbanística, además del apoyo de su equipo jurídico para aquellos casos en los que, por su gravedad, haya que recurrir a los tribunales. «Veremos caso por caso la posibilidad de constituirnos en plataforma para emprender acciones judiciales allí donde veamos claramente indicios de que se esté produciendo prevaricación, salseos o adjudicaciones oscuras», adelantó Frías. La vía judicial es sólo una de las que Eguzki propondrá a la asamblea que será autónoma y tomará sus propias decisiones; también se pondrá sobre la mesa la necesidad de incidir en el ámbito político-admnistrativo para exigir el cumplimiento de las normas y reclamar responsabilidades; y se apostará decididamente por la movilización social para sustentar las reivindicaciones. «La gente tiene que tomar conciencia de adónde nos lleva el actual modelo urbanístico, de que se está construyendo, por dejación de las administraciones, un nuevo Mediterráneo especulativo», manifestó Frías.
Elecciones en el horizonte
Para Eguzki, la combinación de la reciente aprobación en la CAV de la Ley del Suelo y la cercanía de las elecciones municipales de mayo «han acelerado el proceso de ocupación del suelo hasta puntos que se hacen insoportables; las revisiones de planeamientos urbanísticos en localidades importantes se suceden una tras otra de forma que es imposible pensar en casualidades; lo que ocurre es que los señores del cemento han puesto en marcha la hormigonera y amenazan con cementarlo todo».El análisis de Eguzki pone de manifiesto que el volumen de construcción y ocupación del suelo no se corresponden con el incremento de la población; tampoco responden a las necesidades de vivienda «que siguen estando solamente al alcance de unos pocos» sino a la especulación pura y dura; significan una apuesta por la masificación y, finalmente, suponen una «agresión salvaje al medio ambiente, especialmente al poco suelo agrario que aún queda en la CAV», destacó Frías. No obstante, «en todos los casos, el aspecto diferenciador es el mismo: el incremento no justificado del parque inmobiliario de viviendas que no respeta el marco regulador en materia de vivienda», añadió el miembro de Eguzki. Este marco es, especialmente en la CAV, muy exhaustivo, con diversas normativas que deberían controlar las actuaciones irregulares pero que, en opinión de Eguzki, la dejación de las instituciones deja en papel mojado. Un ejemplo evidente es la reciente Ley de Suelo, que teóricamente plantea objetivos como la recuperación de la iniciativa pública en la actuación urbanística y la persecución de las prácticas especulativas de carácter inmobiliario. «Esto está muy bien como discurso, pero no se puede hacer si no hay instrumentos legales para ello; estamos ante algo así como la operación Malaya legalizada», afirmó Frías.
Puerta falsa de la Ley de Suelo
Eguzki pone el acento en uno de los artículos de la mencionada Ley de Suelo «uno de esos que se ponen al final y que casi nadie se lee», según Frías, en virtud del cual aquellos ayuntamientos que hubieran realizado la aprobación inicial de sus normas urbanísticas antes de la entrada en vigor de la ley podrán elegir entre aplicar la nueva legislación o la anterior.Así, la ley «abre una puerta para que municipios como el de Artziniega se apresurasen a aprobar inicialmente sus normas, para poder eludir las obligaciones de las nuevas normas», asegura el portavoz de Eguzki, quien añade que «de este modo se consuma un fraude de ley» y se pregunta «¿qué es esto?, ¿la amnistía absoluta al derroche y la especulación?, ¿para eso hemos estado discutiendo tantos años sobre esta ley?, ¿para abrir ahora una puerta falsa para que no se aplique?». Frías también llamó la ateción sobre la responsabilidad de las diputaciones, que deben revisar los documentos urbanísticos que se aprueban en cada municipio. «Desde Eguzki hacemos una llamamiento para que las diputaciones rechacen todas las revisiones de Normas Subsidiarias que ofrezcan sospecha de que se hacen bajo fraude de ley para no aplicar la Ley de Suelo», reclamó Frías.
«Muchas localidades corren el riesgo de perder su propia identidad»
A. O.
BILBO Los ejemplos de municipios en los que se han acometido modificaciones desmedidas de planeamientos urbanísticos son numerosos. En la lista que maneja Eguzki aparece Getxo, municipio en el que el incremento de población previsto para 2008 es de 264 habitantes. A pesar de ello, se propone la construcción de 8.368 viviendas de nueva construcción en 250 hectáreas. Otro pueblo que llama la atención es Artziniega, donde prácticamente se plantea duplicar el número de viviendas existentes actualmente con la creación de 700 nuevas viviendas en edificios de muy baja densidad, como chalets o adosados. Alberto Frías no pasó por alto el caso de Bakio, donde se prevé la edificación de 440 viviendas. «El caso ya es conocido por una curiosa recalificación que contempla duplicar el número de viviendas que se preveía en las antiguas Normas Subsidiarias, y por la posibilidad de construir un campo de golf». También en ámbitos más rurales Eguzki ha detectado irregularidades. Es el caso de Bastida, donde con el objeto de subvencionar y financiar la construcción de un campo de golf (en una zona calificada como de interés comunitario) se pretenden levantar 850 nuevas viviendas, cifra que duplica sobradamente el actual parque inmobiliario del municipio. Estas son sólo algunas pinceladas del oscuro panorama que dibuja Eguzki, colectivo que hasta la fecha ha colaborado con personas de 32 pueblos en los que se está procediendo a la revisión de las Normas Subsidiarias o los planes generales de ordenación urbana. No obstante, el número de municipios que se encuentran en esta situación supera ampliamente el medio centenar, «pueblos que, de facto, van a desaparecer como tal identidad de pueblo». Nafarroa no es ajena a los desórdenes de carácter urbanístico. Frías destacó que «también nos ha llegado desde diferentes comarcas navarras esta misma problemática, aunque con ca- racterísticas peculiares, por lo que igualmente acudirán a esta asamblea representantes de este herrialde». A este respecto, apuntoóque los problemas en Nafarroa vienen dados por el dualismo de desarrollo que diferencia, por una parte, la comarca de Iruñerria, «donde se concentra el desarrollo urbanístico y también la especulación, y donde ya no se puede hablar de pueblos, sino de barrios. Y por otro lado, hay zonas en el norte donde se va a la desertización». Otro de los ejemplos se centra en Sakana, comarca en la que, tal y como recordó Frías, existe un proyecto que pretendía duplicar el volumen de viviendas y que, por el momento, está paralizado por la acción de una plataforma popular.
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