Tidiane, visiblemente mejorado y ajeno a la expectación que le rodeaba, inició ayer por la mañana su viaje de regreso a Guinea Conakry desde el aeropuerto de Loiu tras pasar tres meses con una familia de acogida de Sestao dentro del programa “Viaje hacia la vida”, de la organización no gubernamental Tierra de Hombres. Según Mary Gómez, colaboradora de esta ONG, Tidiane sólo tuvo que ser intervenido en una ocasión en el hospital de Cruces, y su postoperatorio ha sido muy satisfactorio. Gómez afirmó que se trata de un caso «privilegiado», porque en un «tiempo récord» Tidiane se va «totalmente restablecido», sin que vaya a tener que sufrir ningún problema por esta causa a lo largo de su vida.
Con la misma satisfacción relató su experiencia Amaia, la madre de acogida que durante estos tres meses ha estado, junto a su marido, pendiente de este pequeño que la semana pasada cumplió tres años y vuelve a su país con la ilusión de haber recibido la visita de Olentzero.
Se mostró contenta «porque se va bien», aunque con la tristeza propia de la que sabe que va a echar mucho de menos al niño, tal y como ella misma afirmó. Explicó, asimismo, que «todo ha ido muy bien» y que Tidiane ha sido «uno más de la familia», al tiempo que recordó lo nervioso que el niño se puso con la llegada del Olentzero y su fascinación por todas las pequeñas y grandes novedades que ha vivido. «Es una alegría», aseguró Amaia, quien, además de afirmar que estaría dispuesta a repetir, animó a otras familias a participar de una experiencia como ésta.
Preparacion de los padres
Y eso a sabiendas de que, una vez que Tidiane regrese a su casa, el contacto con su familia de Sestao será prácticamente nulo, según explicó Gómez. Además, indicó que la familia de acogida tiene que pasar una preparación que incluye hacer frente a «una separación en toda regla», se le hace ver lo que vivieron los padres biológicos del niño cuando se despidieron de él y la «gran satisfacción» que tienen que tener cuando «lo devuelven curado», añadió. Gómez explicó que para participar de este programa, la familia de acogida pasa por una preparación previa que incluye reuniones o turnos en los hospitales durante la estancia de otros niños.
La colaboradora de Tierra de Hombres informó, además, de que en la actualidad hay seis niños en el la CAV, y otros 20 en el resto del Estado español. En concreto, Gómez aseguró que existen grupos de voluntarios de esta ONG en Bilbo, Donostia y Gasteiz, y que se realizan intervenciones en los hospitales públicos.
Respecto a la selección de los casos, explicó que Tierra de Hombres tiene delegaciones en los países de origen, donde se realiza una criba de los expedientes que son enviados a la central de Suiza. Allí, un coordinador general distribuye los casos por países, añadió Gómez, quien matizó que desde que se recibe el expediente y hasta que llega el niño al país de acogida, pasan al menos 4 meses de papeleos para asegurar que todo esté en regla.
También especificó que al año se atienden nueve o diez casos, y que, por cercanía, al Estado español llegan siempre niños procedentes del continente africano, todos ellos menores de 16 años, siendo por ahora el más joven un bebé de 12 meses.
Respecto a las posibilidades de éxito de las operaciones, indicó que siempre se corren riesgos, y que, de hecho, los niños traen hasta la autorización para la repatriación del cadáver, aunque indicó que hasta la fecha en la CAV no ha fallecido ninguno.
Sin embargo, relató el caso de Loubna, una niña de diez años, que ayer también estaba en Loiu despidiéndose de Tidiane y que, según dijo Gómez, lleva aquí trece meses y ha sido intervenida del corazón dos veces, la primera «muy grave».
Mientras los mayores atendían a los medios de comunicación, Tidiane, Loubna y Josephine, quien sólo lleva 20 días en entre nosotros, jugaban con los micrófonos y las cámaras, hasta que el vuelo con destino París anunció su salida y llegó la hora de una despedida, alegre pero contenida. -