Los magos llegaron de Oriente a golpe de caramelo
Fastuosas carrozas y nutridos séquitos con pajes, músicos y bailarines acompañaron ayer a sus majestades los Magos de Oriente en las tradicionales cabalgatas que recorrieron las calles de las principales localidades de Hego Euskal Herria. Los más pequeños se agolparon para contemplar el espectáculo y para recoger caramelos, ardua labor en la que no siempre compitieron con los de su misma altura.
BILBO
Los magos alcanzaron Donostia a bordo de una embarcación que tomó tierra en el Muelle a primeras horas de la tarde. Desde allí se dirigieron al Ayuntamiento, para recibir a los niños y recoger de forma oficial cientos de cartas cargadas de ambiciosos encargos y faltas de ortografía. Por la tarde, la cabalgata recorrió las calles del centro de la ciudad. Las carrozas reales, tiradas por bueyes y precedidas de pajes con antorchas, recrearon motivos «orientales» como grandes trompetas reales, Isis la diosa egipcia de la magia y los leones de Africa, que, por cierto, no se comieron a ninguna de las numerosas ovejas, yeguas, cabras y burros que se mezclaron entre el cortejo. El goloso cómputo de caramelos rozó los 2.100 kilos.
El roscón más grande, en Bilbo
En Bilbo, por la mañana y bajo el sirimiri, pequeños y mayores guardaron largas colas para comer de forma gratuita alguna de las 5.000 raciones del Roscón Solidario más grande del Mundo, con 60 metros de perímetro y más dos toneladas de peso. Las cifras, muy bilbainas, hablan de 1.780 kilogramos de harina, 4.445 huevos, 245 kilos de azúcar, 245 de mantequilla, 155 de fruta variada y 16 de sal.Ya por la tarde, la Gran Vía fue el escenario por el que desfilaron sus majestades. La carroza que portaba la estrella, arrastrada por un sobrio tractor, encabezaba una larga comitiva en la que participaron trescientas personas. Los carruajes de los magos atraparon la atención de los espectadores, deslumbrados por el derroche de vatios de luz y sonido. Las tres estaban decoradas con motivos relacionados con juguetes y regalos. En total, se repartieron entre los asistentes 4.000 kilos de caramelos. En Gasteiz, los magos eligieron el tren para hacer su aparición en la ciudad, a la que llegaron apeándose en la estación de RENFE. La cabalgata recorrió las principales vías de la ciudad, encabezada por la Banda Municipal de Música. Aquí, las autoridades locales recomiendan encarecidamente a los magos, por cuestiones de seguridad, que no repartan caramelos desde sus carrozas. Un camión repleto de golosinas se ha encargado, en exclusiva, de este trascendental apartado de la fiesta.
Las tres dromedarias
En Iruñea, cañones de confeti saludaron a los tres magos, que se adentraron en la ciudad sobre las jorobas de las dromedarias «Dori», «Roberta» y «Alcachofa».En la comitiva, en la que se notó un marcado aire medieval e italiano, destacaron las actuaciones de los abanderados de Viterbo y los magos del fuego de Belluno. No faltaron los carteros reales, los caballistas, la coral Ipar-Doñua ni los magos navarros. En este día tan especial, los magos tuvieron en su agenda un lugar preferente para los más desprotegidos. Así, por ejemplo, en Bilbo visitaron el Pabellón de Pediatría del Hospital de Basurto, mientras que en Donostia pasaron un rato agradable con las personas mayores de la Fundación Matia y de la residencia Quavitae.
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