GARA
DONOSTIA
Real y Osasuna celebran la entrada en 2007 con un derbi que se presenta desigual. Pero sólo a priori, porque ya se sabe que en este tipo de encuentros resulta muy arriesgado realizar pronósticos. Y también porque llega tras un largo parón competitivo, lo que siempre abre las puertas a las incógnitas.
Algo más de dos semanas sin partidos que comenzaron, y concluyen, con aspiraciones diferentes dependiendo del bando al que se mire. La apuesta por la continuidad de Osasuna es evidente, teniendo en cuenta que el conjunto rojillo despidió 2006 batiendo un récord, al enlazar siete victorias consecutivas. La palabra que más resuena en el entorno donostiarra, por contra, es reacción;la que debe protagonizar la Real de inmediato.
Sea como fuere, ambos objetivos se reducen, al final, a uno solo. Y en este caso compartido por ambas escuadras:la victoria. Osasuna para seguir acercándose a posiciones europeas llega a esta jornada a sólo cuatro puntos de la sexta plaza y comenzar con buen pie dos meses repletos de retos y compromisos. La Real, para mantenerse viva en la pelea por eludir el descenso:no saldrá de ahí este fin de semana, pero puede situarse a dos puntos del Levante, en una jornada con cruces entre rivales directos.
Complicado
Pese a afrontar el choque desde posiciones tan diferentes, los técnicos de ambos equipos coinciden: será complicado. «Ha ganado cinco partidos seguidos (en Liga) y eso no es casualidad. Puedes ganar un partido por suerte, o dos, pero no tantos», admite Miguel Angel Lotina. El entrenador vizcaino destaca, además, que su ex equipo «trabaja muy, muy bien, sobre todo esta temporada. Es un rival complicado, tiene mucha confianza y es peligroso resume. Es un equipo con dos equipos completos, tienen dos jugadores por cada puesto y no se nota mucho si cambian uno por otro», recalcó.Ante semejante rival, Lotina se consuela pensando que, al menos, su equipo «ha vuelto bien de las vacaciones».
Claro que por ahí las cosas parecen estar en tablas, porque José Angel Ziganda se muestra igualmente contento con las sensaciones que le está ofreciendo el equipo, tras unas vacaciones especialmente largas en su caso. «Los jugadores han trabajado bien esta semana. Están mentalizados y los entrenamientos han sido competitivos. Esperamos seguir con las mismas sensaciones que teníamos antes de Navidad».
Lo cual no resta un ápice de dificultad a un encuentro que los donostiarras «necesitan ganar, porque no les vale el empate. Saldrán a tope augura Ziganda y deberemos aguantar los primeros minutos. Nuestras oportunidades llegarán y queremos hacerles ver que enfrente van a tener a un buen equipo».
Ahondando en la dificultad del encuentro, recuerda que «de los últimos siete partidos, la Real sólo ha perdido uno. Están férreos atrás y a partir de ahí les llegarán los resultados. Al principio fue uno de los peores equipos de la liga pero ahora no lo es», asegura el entrenador del conjunto rojillo.
Gari Uranga se recupera a
tiempoSuperado su catarro, Gari Uranga pudo entrenar ayer junto a sus compañeros y partirá hoy, no ya en la convocatoria, sino incluso en el once.
También Iñigo Agirretxe, solventados sus problemas en la rodilla, está en una lista que sólo presenta una novedad respecto a la de la última jornada, con la entrada de Alvaro Novo en detrimento de Fabio Felicio.
El entrenador realista no quiso adelantar la formación inicial, aunque todo parece indicar que la única variante respecto a la de Balaídos pasará por el regreso de Darko Kovacevic en detrimento de Gorka Elustondo.
José Angel Ziganda, por su parte, pierde a dos jugadores para este regreso a la competición, los lesionados Valdo sufrió un esguince de tobillo el pasado 20 de diciembre y Ludovic Delporte, con una rotura fibrilar.
El técnico rojillo no esconde sus cartas y ayer trabajó con los once hombres que saltarán al campo.
