GASTEIZ

Sin embargo, el PSOE insiste en señalar que por encima de todo está el bien común, y por lo tanto mantiene la mano tendida al PP, y el principal partido de la oposición asegura que los intentos de acuerdo no van a servir para nada, pero tampoco quiere dar un portazo; prefiere poner condiciones. Es la batalla por la imagen.

El portavoz del Grupo Socialista en el Congreso, Diego López Garrido, avanzó ayer que el nuevo acuerdo debe tomar como base todos los acuerdos y resoluciones que sobre esta materia se han aprobado hasta ahora. Citó, en concreto, los Pactos de Ajuria Enea, Madrid y Navarra, y recordó que sus principios se plasmaron tanto en el Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo como en la resolución parlamentaria de mayo de 2005. Rei- vindicó que todos ellos se utilicen como «acervo» para un nuevo acuerdo.

«No son incompatibles y tan absurdo sería derogar el Pacto Antiterrorista porque no lo han firmado diversos grupos como derogar al resolución de 2005 porque no la firmó el PP», apuntó.

Al ser preguntado sobre la posibilidad de que el PSOE impulse una nueva resolución parlamentaria en la que se endurezcan los requisitos para hablar con ETA, López Garrido se limitó a señalar que lo que hace falta ahora es que se inicie el diálogo para buscar ese nuevo pacto.

En este contexto, subrayó que el nuevo consenso puede ser «más amplio que nunca» porque «los grupos políticos, a diferencia de en ocasiones anteriores, coinciden en lo esencial», es decir, en que no cabe «precio político» por paz y en que hay que aplicar el Estado de Derecho.

López Garrido aseguró que pese a los argumentos «disparatados» esgrimidos por Rajoy en el Congreso, el PSOE no pide al PP que «rectifique», asuma sus «errores» y se «humille», sino que únicamente le demandan que vuelva a la unidad. «Será bienvenido», concluyó.

En todo caso, el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, advirtió de que su partido «no olvidará» en el futuro «la deslealtad» y la «desmesura» con la que se ha comportado en este terreno el PP.

El PP pone condiciones

Mariano Rajoy mostró su disposición a acudir a la reunión de la Comisión de Seguimiento del Pacto ­«yo voy a todas las reuniones»­ pero no le auguró ninguna posibilidad de acuerdo, puesto que «al final es muy complicado en la vida entenderse con una persona que no tiene criterio ni posición sobre nada. Es dramático».

El PPdemanda del llamado Pacto Antiterrorista la adopción de medidas concretas, como la derogación de la resolución del Congreso del 17 de mayo de 2005, la «ilegalización real» de Batasuna y el apoyo fiscal al inicio de juicio oral contra “Egunkaria”.

En una rueda de prensa en Gasteiz, Eduardo Zaplana manifestó que el PPno está cerrado a introducir modificaciones en el preámbulo del llamado Pacto Antiterrorista, aunque precisó que está «muy satisfecho» con su contenido. Apuntó, en cualquier caso, su temor de que lo que pretenda el Gobierno sea «un ejercicio de disimulo, con fotos y reuniones, pero sin avanzar en la lucha contra el terrorismo». Añadió que Rodríguez Zapatero no debe mostrar únicamente su voluntad de convocar a la Comisión de Seguimiento, sino también de «cumplir el pacto y perseguir a ETA con determinación». «Todo lo demás serán fotos y saraos», censuró.

En cuanto a la intención del Gobierno español de abrir la búsqueda del consenso a todos los partidos con representación en el Congreso, Mariano Rajoy volvió a incidir en una idea que ya había manejado la víspera en el debate con Zapatero, la de que el PP no está dispuesto a compartir pacto con algunos partidos.

El líder del PP afirmó que en esta materia no se puede estar «con todos»; dice que no es compatible estar con el PP y con formaciones como ERC, cuyos objetivos «son parecidos a lo de Batasuna».

Rajoy defiende su dureza

Rajoy respondió desde el los micrófonos de Onda Cero que el debate había sido «duro», pero que «más duro» era lo que había ocurrido en los últimos dos años y medio. «La gente no se merece esto», remachó.

En su opinión, lo más «duro» es que el presidente Zapatero haya decidido «romper» el pacto que firmó en la anterior legislatura por entender que él tenía «fórmulas mágicas» que sólo podían ser alcanzadas por su «preclara inteligencia» para acabar con los atentados.

«Para mí, lo más fácil es callarme ­aseguró­. Esto es muy incómodo. Ir a la tribuna del Congreso a poner de vuelta y media, con perdón, a un presidente del Gobierno no es grato... Todos tenemos una cierta tendencia natural a hacer amigos y ser amables.... Pero lo que ha ocurrido aquí es de una enorme gravedad».

En cuanto a la elección de la frase que le dirigió a Zapatero afirmando que «si no cumple le pondrán bombas, y si no hay bombas es porque ha cedido», Rajoy dijo que es «una obviedad» que si el presidente inicia una negociación con una banda terrorista y no reciben lo que quieren y cuando lo quieren, volverán a poner bombas. «La manera de que no las pongan es ceder ­apostilló­. Eso es lo que ha ocurrido aquí. ETA ha puesto una bomba porque entendía que el Gobierno no ha cedido con suficiente rapidez».

Mínimos para ser presidente

El ataque fue inmediatamente respondido por el portavoz del PSOE en el Congreso. Diego López Garrido consideró «profundamente desafortunada» la frase pronunciada horas antes por Rajoy. A su entender, esa afirmación demuestra la «absoluta ignorancia y la total incultura» del líder del PP sobre lo que es la democracia, así como una «profunda actitud antidemocrática».

López Garrido recordó que el requisito fundamental para acceder a la Presidencia del Gobierno es obtener la «confianza» de los electores y apuntó que quizá lo que quiere Rajoy es que se fije como condición «indispensable» ser «registrador de la propiedad» [título profesional de Rajoy] porque probablemente ésta sea la única forma de que llegue a La Moncloa.

Como puede comprobarse, el ambiente entre el PSOE y el primer partido de la oposición está sumamente envenenado. Pese a los llamamientos a la unidad, desde el propio Gobierno de Zapatero se considera que Mariano Rajoy, con sus intervención en el debate y con sus declaraciones durante el día de ayer, «ha roto todos los puentes» de colaboración con el Ejecutivo.

En cualquier caso, la convocatoria realizada por José Luis Rodríguez Zapatero de una reunión de la Comisión de Seguimiento del Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo sigue en pie, a la espera de que se concrete una fecha próxima para poder llevarla a cabo.