MADRID
El Tribunal Constitucional concedió ayer el amparo a la ex parlamentaria del PSE Irene Novales. Novales no pudo votar los presupuestos del Gobierno de Gasteiz para el 2005 por un fallo técnico y el entonces presidente de la Cámara, Juan María Atutxa, impidió que repitiera su voto. Este no fue contabilizado, lo que supuso que la ley de presupuestos del Gobierno autonómico saliera finalmente adelante con 37 votos a favor, 36 en contra y ninguna abstención.
El fallo del Tribunal Constitucional es «exclusivamente declarativo» y no significa que deba repetirse la votación, ya que los hechos sucedieron en una legislatura ya concluida y el texto aprobado tuvo una vigencia de un solo año.
La sala considera, sin embargo, que aquel día se produjo una vulneración del derecho al desempeño del voto en condiciones de igualdad, ya que la decisión de Juan María Atutxa impidió de modo efectivo el ejercicio del derecho al voto de Novales, a pesar de estar presente en la sala y de haber hecho todo lo posible por votar.
Del mismo modo, la sentencia destaca que no parece «lógico» que ante un problema técnico, «que puede suceder con mayor o menor frecuencia en este tipo de sistemas electrónicos», y sin que se haya demostrado «fehacientemente» que se tratara de un error humano, la reacción de Atutxa se limitara a negarse a comprobar la existencia del fallo técnico.
El portavoz del PSE, José Antonio Pastor, que acogió con «satisfacción» la sentencia, afirmó que se demuestra que el PSE «tenía razón al asegurar que se quebrantó el derecho al voto».