El abastecimiento de agua pide seriedad
De las declaraciones de Ibon Areso y Pedro Barreiro, presidente y gerente respectivamente del Consorcio de Aguas Bilbao Bizkaia, en su compareciencia de ayer para analizar la situaci�n creada por la sequ�a, destaca la afirmaci�n de que antes de verano no habr� restricciones de agua en el �rea metropolitana de Bilbo. Aseguraron, adem�s, que el consumo ha descendido, de modo que si la sequ�a actual no hubiese adquirido las dimensiones que ha tenido el pasado a�o, que ha sido el m�s seco desde 1955, no habr�a sido necesario adoptar medida alguna. Todo ello el d�a anterior a la entrada en vigor en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa de la Ley del Agua, aprobada en junio del pasado a�o.
El anuncio del Consorcio de Aguas, la tranquilidad que ofrece a los ciudadanos para los meses inmediatos, se produce en v�speras de unas elecciones municipales, poco propicias para aplicar medidas impopulares y molestas. Despu�s, si es necesario, se proceder� a tomar medidas, a ser posible que eviten cortes de agua, como promover el ahorro mediante la subida de las tasas. Es decir, que el ciudadano con menor poder adquisitivo deber� poner especial cuidado en no sobrepasarse en su consumo. Tambi�n la nueva Ley del Agua que entra hoy en vigor prev� un canon que se aplicar� a partir de enero de 2008 y que conlleva un aumento del precio del agua a partir de una cota determinada de consumo.
Por otro lado, la dependencia en esta materia de las instituciones estatales queda evidenciada en el hecho de que todas las infraestructuras que el Consorcio plantea superan el alcance de sus competencias y est�n a expensas de la decisi�n del Gobierno espa�ol, que en muchos casos rechaza dichos proyectos.
Los grandes problemas relacionados con el consumo y abastecimiento de agua, m�s que con la escasez de la misma, tienen que ver con el consumo irracional, la falta de previsi�n en las pol�ticas de gesti�n o las fugas en la conducci�n. Y, desde luego, no se solucionan minimiz�ndolos. En cualquier caso, es el ciudadano quien directamente sufre los problemas relacionados con el agua y, si bien a todos hay que pedir racionalidad y responsabilidad a la hora de consumirla, no se le pueden exigir responsabilidades que no asumen las instituciones. Concienciaci�n, por supuesto, pero permanente; no s�lo cuando el problema es acuciante. -
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