Al lehendakari Ibarretxe le quieren dar una cornada judicial y servidora encuentra natural que los suyos se rebelen ante la imagen de todo un presidente, por autonómico que sea, sentado en el banquillo por el gravísimo delito de hablar de política con otros políticos. Lo malo empieza cuando los argumentos que se emplean en su defensa son contradictorios.

Algo así les viene a suceder a las cabeceras de Araba, Nafarroa y Gipuzkoa de “Diario de Noticias”, que ayer editorializaban al respecto para, entre otras cosas, sentenciar que «dice poco en favor de la salud del sistema el hecho de que sea criminalizado un jefe de Gobierno por dialogar con representantes de un partido que, si bien está ilegalizado, es uno de los agentes implicados en el pertinaz conflicto vasco y, por tanto, una de las voces que han de sonar en su resolución». No hay nada que objetar.

Dice más el escribiente, al asegurar que «en el caso de la imputación de Ibarretxe, existe un notorio doble rasero en relación a la causa abierta contra los socialistas. Estos últimos fueron exculpados de un delito de prevaricación y de otro de desobediencia también por reunirse con la izquierda abertzale oficial».

El editorialista se alegra porque «todo apunta a que la tortuosa vía escogida por el juez instructor tiene escaso recorrido», para matizar a continuación que «su insistencia en avanzar por ella haciendo malabarismos con la Ley supondrá un nuevo brochazo político sobre una Judicatura que despierta cada vez más sospechas sobre su independencia. En esta ocasión, la relativa cercanía de los comicios municipales y forales de la primavera aumenta el peso de la lectura política de la citación a Ibarretxe. En ese escenario preelectoral, Josu Jon Imaz no puede esperar que los socialistas secunden una movilización en favor del lehendakari y tal vez tampoco sea el momento idóneo de re- alizarla. No obstante, resulta cuando menos curioso que Patxi López rechace enfrentarse a una Justicia que utiliza argumentos distintos en función del imputado».

Lo que realmente es curioso es que todos cuantos hablan sobre el tema, editorialista incluido, olviden que también Barrena, Petrikorena y Otegi son imputados por haberse reunido con el lehendakari. ¿Diferentes varas de medir? - msoroa@gara.net