DONOSTIA
La versión de la Ertzaintza sobre los hechos ocurridos el sábado pasado en la tumba de Gregorio Ordóñez en el cementerio de Polloe nada tiene que ver con lo que han relatado los ocho menores que fueron arrestados por la Policía autonómica, ni tampoco con el testimonio de un amigo de los otros tres jóvenes, mayores de edad, a los que la Audiencia Nacional española también acusa de «terrorismo». Ayer tarde, en una asamblea vecinal en Egia, acusaron a la Ertzaintza de haber construido «un montaje».Según denunciaron los ocho menores en una nota de prensa que fue recogida por la agencia informativa juvenil Gaztesarea.info, ninguno de ellos se adentró en el cementerio y fueron los agentes de la Ertzaintza los que, sin razón alguna y «sin casi mediar palabra», procedieron a su arresto.
Pertenecen todos al mismo grupo de amigos y, siendo vecinos unos de Intxaurrondo y otros de Egia, suelen quedar de forma habitual en un lugar intermedio: el cementerio de Polloe. Así, fue en esa circunstancia, según denunciaron los menores, en la que la Ertzaintza los detuvo.
«Por suerte fueron varios los vecinos que vieron lo sucedido y, reconociendo a uno de ellos, avisaron al familiar de uno», prosigue. Los menores afirman, además, que en las dependencias policiales fueron introducidos en calabozos diferentes y que incluso a uno de ellos le llegaron a golpear. Todos negaron las acusaciones y fueron liberados tras identificarles.
Otra versión de los mayores
La Ertzaintza también ha acusado de «terrorismo» a otros tres jóvenes, mayores de edad, a los que acusa de colocar barricadas en Egia para dar cobertura a un ataque en el cementerio. La Policía autonómica informó de que fue el domingo cuando los identificó, pero testigos presenciales niegan tal extremo.
Según ha informado a este diario un amigo de estos jóvenes, la Ertzaintza los identificó el mismo sábado cuando salían de Egia en motocicleta. Sin argumentar el porqué, los citó para el día siguiente en dependencias policiales. Además, la Ertzaintza se llevó consigo todos los enseres que había en las motocicletas, incluso las llaves y los cascos.
El domingo, los tres se personaron con abogado y se negaron a declarar en comisaría. Acto seguido, según el amigo de los jóvenes, la Ertzaintza les informó de que les imputaría un delito de «terrorismo». El sábado no se había informado oficialmente de ningún incidente en Egia.
