GaraAzkenak - Paperezkoa - English Edition  |  Le Journal
EUS | ES | FR | ENG
 » PAPEREZKOA
  -Aurkibidea
  - EuskalHerria
- Jendartea
- Ekonomia
- Iritzia
- Mundua
- Kultura
- Kirolak
 » AZKENORDUA
 » ENGLISH EDITION
 » DOSIERRAK
 » DOKUMENTUAK
 » IRUDITAN
 » HEMEROTEKA
 » Produktuak
Gara > Idatzia > Kultura 2007-01-31
Pablo MILANES | Cantautor
«Esta revolución no es la que soñé, pero hay que asimilar los cambios»
Liberado de una enfermedad que le ha atormentado durante veinte años, Pablo Milanés (Bayamo, Cuba, 1943) se siente un hombre nuevo. Prepara nuevos discos, ejerce de padre y abuelo, poema las músicas de su amigo y gran pianista Chucho Valdés y gira por el mundo con sus canciones de ayer y hoy. Mañana estará en el Kursaal de Donostia, acompañado de su hija Haydée.

Es, junto con Silvio Rodríguez, el miembro más conocido de la Nueva Trova Cubana. Poseedor de una hermosa y versátil voz, autor de canciones legendarias como “Yolanda” o “El tiempo pasa” y de himnos populares como “Yo pisaré las calles nuevamente”, Pablo Milanés se siente, a sus 64 años, un hombre nuevo. Después de sufrir veinte operaciones para superar una extraña enfermedad que le afectaba a los huesos, por fin ha dejado atrás los dolores y ahora ve la vida con otros ojos. En conversación telefónica desde Barcelona, Pablo se dice revolucionario y comprometido con su gente pero alejado de la política, se confiesa enamoradizo, asegura simpatizar mucho con el pueblo vasco y se define como un hacedor de canciones por encima de todo.

­¿Cómo va a ser el concierto de Donostia?

Esencialmente voy a hacer un resumen del conjunto de mi trabajo y también voy a ofrecer canciones de mi último disco, “Como un campo de maíz”, y adelantar algunas cosas del disco que estoy haciendo actualmente, que no tiene título, pero del que ya he grabado la mitad; estoy cantando las canciones para confrontarlas con el público, a ver qué pasa. Y bueno, me iré ajustando a lo que me pidan. Y también traigo una sorpresa: me acompaña mi hija, la más pequeña, que ya estuvo en San Sebastián en el Festival de Jazz hace año y pico. Haremos algunos dúos y también hará sus interpretaciones sola. Tengo tres hijas cantantes y a cada rato las invito a mis giras. Ahora le toca a Haydée.

­Usted ha tocado muchas veces en Euskal Herria. ¿Guarda en el recuerdo algún concierto en especial?

Todos son especiales allí. Llevo tocando en el País Vasco desde el 76 y nunca he hecho un concierto donde no me dejen de decir ‘beste bat’. Siempre guardo un recuerdo muy agradable de los vascos, independientemente de que yo simpatizo mucho con ese país. Galicia, Asturias y País Vasco son tres países que adoro, por sus gentes, por su cultura, por su historia, su geografía... es precioso.

­¿Cómo está de salud?

Bien, estoy muy bien. Hace dos años terminé de hacerme las últimas operaciones en las caderas. Me operé en Estados Unidos con un médico excelente que me recomendaron en Cuba. Realmente me ha dejado nuevo. Ya no tengo dolores; los dolores, que eran muy intensos, me impedían caminar con soltura.

­¿El hecho de haber sufrido una enfermedad tan grave le hace ver la vida de forma diferente?

Sí, naturalmente. Es que el dolor te cambia la visión de la vida. La vida se vuelve agria, menos llevadera. Así que después de estos veintitantos años enfermo, he descubierto un nuevo mundo.

­La mujer, el paso del tiempo, la Revolución... han sido temas muy recurrentes en sus canciones. ¿A qué le canta ahora Pablo en el nuevo disco que prepara?

Son los mismos temas de siempre, los temas cotidianos que invaden la vida de un hombre, un hombre que vive la vida, que trabaja, que lucha, que sufre, que disfruta.

­Usted ha tenido cuatro esposas y ahora comparte la vida con una mujer muy joven. ¿Es muy enamoradizo?

Sí. Cuando me enamoro, me enamoro de verdad. Tengo una compañera que se llama Nancy, y que es gallega para más señas. Hace año y medio que estamos juntos y nos va muy bien.

­¿Cómo se vive el amor después de los 60, es diferente al amor de juventud?

Es exactamente igual. El amor renace y cuando renace no tiene límites. Es un estado muy especial para componer. La tristeza también, como la euforia y la felicidad, cuando son sinceras y profundas levantan canciones.

­También ha cantado mucho al desamor, al final de las relaciones.

Exacto, sí. Me ha tocado vivir historias y conocer otras de cerca que no acabaron bien. A mí me gusta hacer ese tipo de canción porque la gente también tiene que reflexionar sobre esas experiencias.

­Pese a haberse divorciado cuatro veces, ¿sigue creyendo en la pareja?

Cómo no, cómo no. Sigo creyendo en la pareja.

­Tiene siete hijos, el menor de 6 años y la mayor de 42. ¿Cómo se vive de nuevo la paternidad a los 64 años?

¡Muy bien! La paternidad es maravillosa. Tengo una relación hermosa con mis hijas. Soy amigo, soy padre, soy hermano. Yde verdad que cuando compartes todo con tus hijos es maravilloso.

­Se ha especulado mucho con su relación con Silvio Rodríguez, se dice que se separaron por diferencias políticas. ¿Qué hay de cierto en todo eso?

Nada. Silvio y yo no trabajamos juntos hace muchísimos años, pero no sé porque la gente pone tanto énfasis en ello. Fuimos muchos los que comenzamos juntos y tomamos distinto camino, lo mismo pasó con Sara González y con otros. Realmente, Silvio y yo nunca fuimos un dúo ni éramos inseparables. Creo que tenemos una amistad, que se conserva, pero con diferentes rumbos. Ydesde el punto de vista político no hay ninguna diferencia: él es revolucionario y yo también, cada uno a su manera. Vivimos los dos en Cuba y defendemos aquello.

­Se sigue declarando revolucionario. ¿No le ha afectado el desencanto?

Lo político es una cosa y lo revolucionario otra. Revolucionario se es toda la vida, independientemente de los fracasos. La política es otra cosa, yo nunca me he considerado un político, independientemente de que las circunstancias lo llevan a veces a uno a hacer política. Ser revolucionario es más puro, más comprometido con la realidad y con la gente.

­¿Y la revolución que soñó se parece a la que tienen hoy en Cuba?

No, no es, no se parece. Precisamente ésa es la fortaleza que tiene que tener uno, ver cómo van cambiando las cosas, adaptarse y tener valor para asimilar los cambios y tener dignidad al mismo tiempo para hacer concesiones.

­¿Qué va a pasar después de Fidel?

No sé. No sé, realmente. Sé lo que está pasando, sé que la situación está controlada... Todavía se espera la recuperación de Fidel, estamos ahí en un stand by. Con la enfermedad de Fidel se decretó un secreto de Estado para que no haya especulación y para evitar amenazas de parte de Estados Unidos. Y yo creo que el pueblo colabora en ello y apenas se habla de esa situación.

­El tema del exilio y de la ruptura familiar, muy tratado en el cine, también aparece en sus canciones. ¿Lo ha sufrido también en su familia?

Todo el mundo tiene un familiar fuera. Ya en los 80 yo hice “Amo esta isla”. Y en “Días de gloria”, de 2001, casi todas las canciones hablan de la situación cubana. En mi penúltimo disco hay una canción que se llama “Exodo” y en las que voy a sacar también está el tema. Lo que sucede es que casi nadie habla de esas canciones, la radio cubana no las pone, los comentaristas extranjeros tampoco las citan... luego cuando hablan de mis recitales dicen que Pablo cantó “Yolanda” y “Yo pisaré las calles”, pero no se fijan en mi repertorio actual, que toca la fibra de lo que está pasando en mi país. En estos conciertos, por ejemplo, voy a cantar “Dos preguntas”, una canción en la que hablo sobre los exiliados y sobre los cubanos que quieren ver a sus familiares de Estados Unidos. Es un drama tremendo, que te lleva a cuestionar muchas cosas: una de ellas es si ha valido la pena. Es una de las cosas más dramáticas de la Revolución.

­¿Cómo va el proyecto de grabar un disco con el pianista Chucho Valdés?

Muy bien. Estamos preparando un disco desde aproximadamente tres años. Chucho hizo diez músicas preciosas y yo les estoy poniendo letra. Ya hemos hecho ocho canciones y en el mes de febrero, que lo voy a pasar entero en Cuba, espero acabar las dos que me quedan. Tenemos ya programadas unas cuantas giras por el mundo, porque ha levantado muchas expectativas. Será muy bonito, de verdad, sólo el piano de Chucho y mi voz.

­¿Lee mucha poesía?

Sí, bastante. Cuando joven me formé leyendo mucha poesía, sobre todo latinoamericana, pero también poesía española, del Siglo de Oro, y los grandes autores europeos y norteamericanos. Pero bueno, sobre todo Vallejo nos formó mucho a todos los cantautores cubanos. También Nicolás Guillén, Darío, Neruda, Martí, nos hicieron estar muy cerca de la poesía desde jóvenes. Ahora no leo tanto, lo que hago de vez en cuando es ir a algún libro de mi biblioteca personal y leer dos o tres poemas.

­¿Usted se considera poeta?

¡Nooo! Yo me considero un hacedor de canciones, por encima de todo. Llevar mis poemas a una canción es lo más lindo, lo más supremo. -


 
Inprimatu
...Albiste gehiago
Iritzia
Actitudes prácticas ante una citación
Jendartea
Donostiako Udalak azpijokoa erabiliz errauste planta Artzabaletan jartzea onartu du
Euskal Herria
Hiru mahaikideek uko egin diote bileren inguruan epaileen aurrean deklaratzeari
Euskal Herria
Bollos del PP para «el muerto de hambre»
Ekonomia
Un trabajador muerto y otro herido grave en un accidente en Mutiloabeiti
Mundua
Londres y Dublín no ven ya obstáculos a la elección del Ejecutivo norirlandés
Kultura
Una muestra repasa las improvisaciones eróticas de Sistiaga
Kultura
«Esta revolución no es la que soñé, pero hay que asimilar los cambios»
Euskal Herria
«El atentado de ETA no implica la ruptura definitiva ni del diálogo ni del proceso»
  CopyrightGara | Kontaktua | Norgara | Publizitatea |  rss