ELA dice que el conflicto es inevitable por la negativa de la patronal a negociar
El sindicato ELA reunió ayer a su Consejo Nacional en Donostia para tratar su plan de organización ante la negociación del convenio colectivo e informar de los cambios que afectan a la caja de resistencia para 2007. La central indicó que el «conflicto es algo imprescindible» ante la negativa de la patronal a negociar.
DONOSTIA
El secretario general de ELA, José Elorrieta, el encargado de negociación colectiva de la central, Adolfo Muñoz, y la responsable de tesorería, Amaia Muñoa, ofrecieron ayer una rueda de prensa en un receso de su Consejo Nacional, que reunió a 196 personas. El sindicato dibujó un panorama muy oscuro del mercado laboral por sus elevados niveles de precariedad, denunció la «comodidad» empresarial pese a su permanente incumplimiento de la ley y la pasividad de las diferentes administraciones.Muñoz afirmó al exponer los planteamientos del sindicato que «pretendemos por medio de la negociación colectiva dar respuesta a los gravísimos problemas que tiene la gente en el mercado de trabajo. Como estamos convencidos que la patronal no quiere, en parámetros normales, abordar una negociación colectiva que de satisfacción a los niveles de precariedad que se han extendido en el mercado de trabajo, nosotros entendemos que el conflicto es algo imprescindible. Es necesario organizar el conflicto y es necesario organizar a la gente para hacer frente a lo que está pasando, a las gravísimas condiciones de trabajo que se están instalando en el mercado de trabajo». El responsable de ELA afirmó que la última reforma laboral pactada en Madrid es un verdadero fracaso: «Contemplaba bonificaciones y subvenciones a los empresarios para convertir empleo temporal en empleo indefinido, pero los que han estudiado la cuestión dicen dos cosas: primero, que el objetivo que se pretendía no se ha alcanzado, el porcentaje de temporalidad en el Estado español es del 33,8%; y segundo, lo único que se está haciendo con esa reforma es trasladar dinero público a los bolsillos de los empresarios». En la misma línea, indicó que los mismos sindicatos que suscribieron esos acuerdos dicen ahora que «hay que dar continuidad a un valor, el valor del diálogo social más allá de cuál sea la realidad del mercado de trabajo que padecemos, cuando saben que la la media de los salarios está subiendo por debajo de la inflación». Muñoz mostró la preocupación del sindicato por el rumbo que tanto empresarios como las administraciones han impuesto y aseguró que ELA no tiene ninguna «confianza» de que este tipo de reformas provoquen cambios positivos, por ello, manifestó que el «elemento básico que tiene el sindicalismo para hacer frente a la extensión de la precariedad en el mercado de trabajo es la negociación colectiva».
Actualizan las indemnizaciones de la caja de resistencia
J.M.U.
DONOSTIA ELA también anunció los cambios que afectan a su caja de resistencia para 2007. Amaia Muñoa explicó los cambios aprobados por el Consejo Nacional el pasado mes de diciembre. Así, indicó que la indemnización básica para el presente año será de 708 euros mensuales y que la extraordinaria suponga un máximo de 1.417 euros mensuales, lo que en ambos casos supone un incremento del 2,7% en relación a 2006, y que se corresponde con la subida del IPC. El Consejo Nacional también decidió la aplicación de una subida anual automática, «garantizando siempre que la indemnización básica sea al menos de 105% del SMI». Para este año, el importe establecido supone el 106% del SMI. Asimismo, manifestó que cuando el 35% de las personas convocadas a una huelga sean afiliadas de ELA, el sindicato aplicará de forma automática una nueva indemnización del 115% de la indemnización básica. Para este año, ascenderá a 814 euros al mes, lo que supone el 112% del SMI. Muñoa dijo al respecto que esta medida tendrá «incidencia en los sectores en los que la precariedad está instalada», dado que esa indemnización no estará «muy lejos» del salario que perciben habitualmente. De esta manera, ELA pretende que «el dinero no sea una preocupación» para la lucha laboral.
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