José Mari AMORRORTU | Director de fútbol base del Atlético de Madrid
«El Athletic tiene unas constantes vitales que la Real está perdiendo»
El responsable del fútbol base del Atlético de Madrid sostiene, con el conocimiento de causa de haber trabajado en el Athletic con los once canteranos que jugaron el derbi y en la Real con la plantilla y el Consejo de Fuentes, que el domingo se pudo ver las diferencias entre un club con una identidad y fiel a una idea y otro que ha renunciado a la que él lideró con un coste gravísimo.
El técnico responsable de Lezama durante una década en
la que le tocó dirigir por dos veces al primer equipo atiende a GARAal cumplirse
justo un año del final de su etapa como entrenador de la Real. Con un corazón
dividido, a la hora de hablar del derbi impera la tristeza sobre la satisfacción
de confirmar la reacción del Athletic con once canteranos con los que él
trabajó. Le puede la pena de ver la marcha a la deriva de la Real con la
impotencia de no haber podido culminar un trabajo en el que creía y al que los
resultados acompañaron, a pesar de que pocos entrenadores han tenido tantas
adversidades como las que él encontró en el año y medio en el que quiso llevar
adelante una idea contra corriente que ha arrastrado al club a una situación
crítica.
¿Qué sensaciones tiene tras el derbi del domingo?
Me vienen a la mente los recuerdos de derbis, sobre todo el del pasado año, el último partido que dirigí en Anoeta N. de la R: la Real jugó con diez vascos por los siete de este año y se vio empatada en el descuento con un gol de Iraola. Ese empate, seguido de una derrota en Mendizorrotza, motivó su destitución A la hora de analizarlo, independientemente del resultado, veo que, por un lado, el Athletic sigue con unas constantes vitales que le distinguen y la Real, desgraciadamente, estas constantes las está perdiendo dentro de lo que deben ser clubes como Athletic y Real.
¿Qué piensa al cumplirse un año de su destitución cuando no estaba en zona de descenso?
Estuvimos al principio en descenso, pero luego llegamos a estar quintos hasta que llegaron unos resultados adversos por unos problemas a la hora de mantener resultados en los últimos minutos y las lesiones de Aranburu, Darko y Garitano, que al equipo le mermaron mucho por lo que suponen esos jugadores en lo que es el carácter que sin duda tienen para afrontar situaciones comprometidas.
¿Lamentó no tener más apoyo del Consejo y de Bakero en sus últimos meses en la Real?
Sí que vi ante el último partido de 2005 con el Cádiz, que ganamos e hicimos un buen juego, que esa semana se hablaba de mi destitución y en ese momento eché en falta el apoyo, no hacia mi persona, sobre todo al trabajo que desarrollábamos y lo que suponía para la Real. Pero había otra idea. A pesar de que nunca estuvimos en descenso y fijate ahora como están... N. de la R: hace un año la Real estaba decimoquinta con 22 puntos y 30 goles a favor y, en su año y medio, el equipo nunca había estado en descenso a partir de la quinta jornada. Ahora la Real tiene trece puntos y doce goles a favor y lleva 22 de las 30 últimas jornadas en descenso. Me cogió un mal momento con el cambio del Consejo, la llegada de Bakero, que veía las cosas de otra forma, y aquello motivó que no confiaran en mí. Suelo hablar con mi mujer y echo en falta a la Real. En el Athletic he estado muchos años y siento que pude finalizar un trabajo. De la Real salí con la insatisfacción de no haber podido culminar un proceso en el que creía. Igual soy un poco idealista en algunas cosas, pero creo que es lo importante.¿No se valoraron todas las bajas claves que se
encontró? La lesión de Mikel Aranburu fue capital, el proceso de Garitano nos hizo mucho daño... Y la de Darko y lo de Nihat, que faltó los primeros partidos de enero. Jugar en Vigo y Málaga con Gari como único delantero... Y no digo algo negativo por Gari, que es un chico al que quiero mucho y que siempre lo da todo. De haber contado con Mikel, Darko y Garitano estaríamos llevando adelante el proyecto sin ningún tipo de duda, a pesar de la corriente.
¿Qué piensa cuando sólo se habla de los
balones que pierde Aranburu y no de lo que aporta? Aranburu sale al campo y es un ejemplo de todo. Es un chico
al que igual no se le valora por su forma de ser, pero es una referencia en el
campo y es un jugador fundamental. Muchas veces nos fijamos sólo en los defectos
y ¿por qué no apoyamos lo bueno que tiene y no incidimos tanto en lo que falla?
Un día tendrán fallos y otro no. Al final, si no, no te vale nadie. Es una
espiral que te come.
El domingo no jugaron de inicio esos tres principales referentes en el césped y en el vestuario...
Y cuando pierdes las referencias te queda poco a lo que agarrarte. Es triste decirlo así, pero a lo largo de toda la historia en todos los clubes hay referencias por un modelo de trabajo, por un estilo de liderazgo o por jugadores que, ademas de su valor futbolístico tienen, un grado de compromiso muy alto.
En año y medio hizo debutar a Riesgo,
Zubiaurre, Garrido, Labaka, Mikel González, Ansotegi, Domínguez, Agirretxe y
casi a Gari, Oskitz y Larrea que habían jugado sólo unos minutos en un
partido y fue el primero que dio continuidad a Mikel Alonso y Xabi Prieto.
¿Qué piensa al ver en el once a sólo tres de los jóvenes por los que apostó?
Que son los jugadores que tienen que hacer una transición junto al resto para continuar con la idea. Con dificultades, porque todos sabemos de la exigencia del fútbol profesional, deben llevar esa transición. ¿Piensa que desde algunos ámbitos y desde el
club se han querido cargar esa apuesta? No creo que haya habido esa voluntad, pero muchas veces, cuando los acontecimientos son adversos, hace falta líderes que sepan navegar e ir siempre hacia adelante, que no las diferentes corrientes te lleven de un sitio a otro. Hay que ser firmes cuando hay que creer en lo que te va a sustentar en el futuro. Eso es lo que echo en falta. ¿La Real ha perdido el norte?
Es muy fuerte decirlo, pero ese sentimiento y ese pensamiento no es descabellado. Ha perdido las referencias que siempre ha tenido. Se necesita una guía en la que se sustente un club, unos valores identificados con una forma de pensar y trabajar. Una identificación de los jugadores, que con esa forma de pensar van saliendo, es imprescindible para la Real.
¿Qué le parece que en ese once no hubiera en
la estructura central del equipo, desde el portero hasta los delanteros, ningún
jugador que supere los veinte partidos en la Real? No voy a entrar a valorar eso porque puede ser un hecho
puntual por diferentes circunstancias. Pero para que las cosas funcionen debe
haber una continuidad. Sin continuidad te vienen las dudas. El año pasado
teníamos unas referencias y con ellas el equipo estaba sufriendo, pero estaba
perfecto y convencido de que tenía recursos. Aunque es cierto que se bajó mucho
a nivel de resultados, hay que considerar las bajas.
Porque del equipo del año pasado sólo falta Nihat, que estaba como estaba, y el equipo era capaz de marcar goles...
Y sin Nihat estuvimos mucho tiempo la temporada anterior. Nihat era una referencia para todos, un gran jugador, pero en las transiciones con balón el equipo se desenvolvía bien. Teníamos desequilibrios, no logramos equilibrar el juego con balón y sin él. De ahí que recibíamos muchos goles, pero este equipo tenía una forma de jugar y tiene calidad y capacidad para desarrollar un juego hacia la portería contraria y muchos recursos.
¿Qué le parece que el Consejo haya fichado a quince jugadores en 19 meses en el cargo?
Que los jugadores profesionales necesitan una adaptación. No son como los juveniles. Están hechos, tienen un estilo definido, una forma de ser y cuesta mucho adaptarlos. Pero Miguel Angel tiene tiempo para poder ensamblar el equipo y a ver si las cosas van bien, aunque cada vez está más difícil.
¿Le ve posibilidades de seguir en Primera División?
Ojalá. Antes del derbi dije que era un momento importante de ganarlo porque la situación era grave, pero reconducible. Ahora es una situación crítica que va a depender del cortísimo plazo. Deseo de todo corazón que remonten porque será un pérdida importantísima para el fútbol vasco y para el pueblo guipuzcoano. Y sería importante si no se puede salvar, que el descenso sirva para hacer una reflexión. Pero es un castigo tremendo. La Real ya ha estado en Segunda, pero ahora la diferencia con la Primera es abismal.
Después de todo lo que se le criticó en su etapa de responsable de Lezama, ¿le satisface que, pese a la baja de cuatro canteranos titulares, otros once jugaran el derbi del domingo?
Yo estaba convencido de que el trabajo realizado con el grupo que estaba conmigo iba a dar sus frutos. Y ahí está. El 80% de los que estuvieron en el campo han estado durante muchos años formándose con una metodología, con unos principios y valores a nivel personal y futbolístico y se ve que pueden superar las dificultades. Son jóvenes hechos y bien orientados y tienen fundamentos para competir.
¿Al final la limitación de no poder fichar es lo que ayuda al Athletic en momentos difíciles?
Estuve con Co Adriaanse, entrenador del Oporto con el que tenía relación y conocía al Athletic, y me dijo: «Ustedes de la debilidad hacen una fortaleza». Es una frase que sintetiza todo.
¿Qué tal va como responsable de fútbol base en el Atlético?
Es un club difícil para el trabajo de cantera porque hay mucha ansiedad, mucho corto plazo. No en el club, que tiene una idea clara, sino en el entorno de los chicos. Hay muchos agentes que intervienen y hacen que el jugador tenga mucha prisa. A diferencia de Athletic y Real, donde los chicos se forman con relativa tranquilidad y se les da el paso necesario, aquí es diferente. He notado esa presión. Los chicos quieren llegar lo antes posible y ése es un freno para ellos. Por eso trabajamos con los chicos, padres y agentes porque aquí hay un potencial tremendo. Hay cerca de seis millones de habitantes y un entorno riquísimo. Por eso hay que trabajar mucho en la mente de los chicos para que no pierdan la ilusión tan rápido. Tenemos cantidad de internacionales infantiles, cadetes y juveniles, pero cuando dan el paso adelante se descentran. -
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