La convulsa situación que rodea al Deportivo Alavés vivió ayer otro capítulo después de que Roberto Bonano decidiera plantarse ante Piterman tras una nueva provocación del ucraniano a la plantilla albiazul.

Los hechos ocurrieron antes del comienzo del entrenamiento de ayer en Ibaia, cuando el empresario ucraniano convirtió el gimnasio en una improvisada sala de conferencias para dar otra de sus habituales charlas, con Fabri en una esquina, también de oyente. En un claro intento de medir fuerzas, antes de empezar su alocución, Piterman invitó a aquel que pensara que «soy un incompetente, un mentiroso y un cobarde», a que abandone la sala, en clara referencia a las palabras que en su día le dirigió Lluis Carreras.

Harto ya con una situación en la que está siendo uno de los más castigados, el veterano portero argentino, considerado como uno de los líderes naturales del vestuario, se levantó de su asiento y abandonó la sala, siendo seguido únicamente por el lateral zurdo catalán, cuya relación con el mandamás albiazul es totalmente irreconciliable. Después de escuchar la arenga de un Piterman al que implícitamente reafirmaron en sus planteamientos con su comportamiento, la plantilla continuó con el entrenamiento, ya con Bonano y Carreras en el grupo. El plante puede tener su castigo, pero con la jugada de ayer, Piterman compartirá críticas con la plantilla.