Helen Groome Geógrafa
La apuesta de Karrantza por el euskera
Hace unos quince años hubo que decidir en Karrantza con qué modelo lingüístico se quedaría la Escuela Pública del Valle. Desde el Gobierno Vasco se indicó que el modelo sólo podría ser uno, A o D. Se planteó esta «opción» en una zona totalmente castellano hablante y es que no hay nada como crear contradicciones. O nada como luego desentenderse de las consecuencias.
Quizá sea difícil entender la enorme apuesta que en ese momento la mayoría de madres y padres hizo a favor del euskera. Más del 90% de la población adulta de Karrantza no sabía más euskera que los tí- picos «aita» y «agur» y tenía muy exiguas posibilidades de aprenderlo. Y aun así la mayoría de personas con descendencia en edad escolar o preescolar optó por la línea D, o sea una educación íntegramente en una lengua que no conocía pero que creía como lengua de futuro para su pueblo.
Fue una opción que ha supuesto y supone dificultades añadidas para cualquier esfuerzo que madres y padres realicen para ayudar en la educación reglada de sus hijas e hijos, explicando elementos de los deberes o ayudando a aprender canciones o cualquier otro texto, ya que sencillamente no se conoce la lengua en que estudia el alumnado. No se trata de una asignatura en inglés sino toda la educación en una lengua que a madres y padres les es desconocida. Y aún así se apostó por el euskera. Nunca he entendido las bromas y pullas que ocasionalmente he oído acerca del poco dominio del euskera de la población adulta en Karrantza. En mi opinión dicha población ha hecho igual o más por el euskera que otras muchas personas. Ya sé que la mayoría no sabe euskera ni lo ha intentado aprender. Pero ha apostado por él y con algo tan preciado como son sus hijas e hijos.
Qué pena que la apuesta de todas esas madres y padres no se haya visto comprendida y correspondida pertinentemente por los poderes públicos competentes. O al menos es así como se percibe. Todo parece haberse quedado en poder incluir a los Centros de Educación Pública del Valle de Karrantza en una lista de escuelas de modelo D, para demostrar al mundo el interés que tiene la población vasca para poder recuperar el euskera, pero de poner los medios necesarios para facilitar el aprendizaje en euskera en una zona castellano hablante, pues muy poco. ¿Dónde están las pautas orientadoras para familias castellano hablantes? ¿Dónde están los recursos adicionales de medios para las aulas? ¿Dónde está el especial cuidado en garantizar la presencia estable de profesorado de cara a infundir confianza en el alumnado y posibilitar planes plurianuales de enseñanza?
Teniendo en cuenta la apuesta de Karrantza por el euskera, me parece de lo más delicioso que la Korrika inicie mañana su recorrido en el Valle. Así se agradece, desde el ámbito social, no solamente a las personas que saben o están aprendiendo euskera en Karrantza, sino a todas aquellas personas que, a pesar de no conocer dicha lengua, han apostado para que ésta sea la lengua del futuro del Valle.