El cabeza de lista del PSN, Fernando Puras, insiste en llegar a las elecciones del 27 de mayo dejándose abiertas todas las puertas, y ayer rechazó por tanto la oferta dirigida por Miguel Sanz (UPN) para un pacto que «blinde el régimen foral» y en el que ambos partidos se repartan los cargos institucionales. Sin embargo, Puras volvió a incidir, y con reiteración, en que su apuesta por el actual marco resulta inequívoca, que es lo que en el fondo le exige UPN tanto en sus declaraciones como con la movilización celebrada el sábado en Iruñea.

En respuesta a la apelación de Sanz, Puras afirmó en rueda de prensa lo siguiente: «¿Blindar Navarra? Eso está hecho. Hay un sistema que garantiza que la Comunidad Foral de Navarra no avance por donde los navarros no queramos que avance y que nos da un margen de decisión muy importante. Pero aparte de eso -añadió Puras- está el compromiso socialista, histórico, efectivo, de no avanzar en otra dirección que no sea la de seguir construyendo Navarra como comunidad histórica y diferenciada». Y apostilló que su partido mantendrá ese principio, «ya sea en el gobierno o en la oposición».

Ante las insistentes preguntas sobre si el PSN es más proclive a un acuerdo con UPN o con Nafarroa Bai, Fernando Puras eludió de nuevo marcar posición. Pero sí incidió en que «no estamos por promover o impulsar otro proyecto político vinculado a terceros», en clara alusión a otros herrialdes vascos. Y, al hilo de ello, resaltó que «no excluimos a nadie» a la hora de buscar consensos, «pero será cuestion de cada fuerza ver si renuncia a parte de sus postulados».

Recibo de la manifestación

Puras admitió que el PSN ha tomado buena nota de la manifestación celebrada el sábado en Iruñea por UPN y CDN, con una masiva implicación del PP, para reivindicar el mantenimiento del actual estatus de Nafarroa.

En concreto, tras preguntarse a sí mismo si eran serias ofertas como la del pacto de Sanz o la de someterse a la prueba del polígrafo, Puras dijo que «yo sí me tomo en serio la manifestación, tanto desde el punto de vista cuantitativo como desde el cualitativo». Consideró que en ella participaron «personas que fueron a renovar su compromiso con la Comunidad Foral y con su futuro». Luego, a preguntas de los periodistas, eludió precisar si entre los manifestantes había militantes del PSOE: «No sé cómo UPN pudo distinguirlos entre tanta bandera -ironizó-. A mí no me consta que hubiese ninguno, aunque no voy a negar que pudiera haberlos. Pero sería de buena fe...»

El cabeza de lista al Parlamento navarro sí quiso insistir en que la movilización estuvo basada en la mentira, y como dato concluyente trajo a colación que al final «no se leyó la declaración institucional» preparada al efecto, como estaba previsto. Para Puras, esto se debió a que José Luis Rodríguez Zapatero había asumido casi palabra por palabra su contenido, al afirmar en una entrevista radiofónica a mediados de semana que la decisión sobre Nafarroa compete a la ciudadanía navarra.

Frente a las palabras y actitudes de Sanz, Puras defiende que «a la ciudadanía hay que transmitirle seguridad y confianza. Se nos están haciendo mucho daño fuera al transmitir incertidumbre cuando no hay ningún motivo». Y en respuesta directa al pacto institucional propuesto por UPN, consideró que «constituiría una burla al pueblo soberano» atar consensos antes del paso por las urnas. Horas después, Sanz respondió en el Parlamento que «respeta» la decisión y «agradece la sinceridad». «No tenemos ninguna intención de decirle qué tiene que hacer», argumentó ahora el líder de UPN.

Su compañero de partido Patxi López, secretario general del PSE, también atribuyó la propuesta de UPN al temor a una derrota electoral. En ETB, manifestó que «pretenden sustituir la decisión de los navarros por su planteamiento político».

Respecto al fondo de la cuestión, López consideró «tremendo» que Sanz «ponga el grito en el cielo cuando hablamos de mejorar las relaciones con Euskadi, porque las relaciones buenas con comunidades vecinas debieran ser la norma habitual. Parece que quiere funcionar de espaldas a sus vecinos, con los que nos unen tantos lazos».

Batasuna, NaBai y EA

Formaciones como Batasuna, Nafarroa Bai y EA censuraron en otros tantos comunicados la oferta de UPN al PSN. La formación de la izquierda abertzale consideró que Sanz «vuelve a ofrecer la misma manzana envenenada que le llevó al hundimiento en la época de Urralburu». Tras apuntar que «la Na- varra sola y española se ha convertido en el gran paraíso de los especuladores y los amantes del dinero fácil», recalca que «UPN no hubiera podido hacer su cortijo sin la colaboración del PSN». Para Batasuna, este partido «se encuentra de nuevo ante una encrucijada histórica en la que debe decidir la dirección de su apuesta política de cara al futuro. O sigue siendo el monaguillo fiel de la derecha a cambio de compartir las monedas del cepillo o apuesta por un cambio democrático».

La diputada de Nafarroa Bai, Uxue Barkos, unió la oferta de Sanz con las declaraciones de Jaime Ignacio del Burgo criticando la presencia de José María Aznar en la foto de Las Azores, previa a la guerra de Irak: «Navarra peligra tanto como armas de destrucción masiva había en Irak», manifestó en una entrevista a Radio Nacional de España. Para la diputada, «no es coherente, además de inaceptable» que Sanz «llame a blindar Navarra y al mismo tiempo pida la derogación de la Transitoria Cuarta de la Constitución. Y es de frenopático que ofrezca un pacto preelectoral al PSN, que es quien supuestamente está vendiendo a Navarra según lo viene denunciando el PP».

EA también concluyó que «lo único que le importa a UPN es perpetuarse en el Gobierno». Para su presidente en Nafarroa, Maiorga Ramírez, «en el fondo subyace el verdadero pavor que tiene al cambio de gobierno. Si la derecha estuviese convencida de su mayoría, en absoluto se plantearía tantos rompecabezas, y evitaría tender la mano a quien continuamente critica».