El mediador de la ONU para Kosovo, Martti Ahtisaari, asegura en su informe final sobre el futuro estatus del enclave, que «la independencia es la única opción viable» para este territorio.

El diario francés «Le Monde' hizo públicos en su edición de ayer varios extractos del documento, «todavía confidencial», que el ex presidente finlandés entregará el próximo lunes a los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU.

Ahtisaari reconoce que «el mantenimiento de una administración internacional es insostenible» y recuerda que una eventual reintegración en Serbia no es una opción «viable».

Kosovo es actualmente un protectorado de la ONU y está ocupado por fuerzas de la OTAN, aunque formalmente, y a tenor de la resolución 1244 del Consejo de Seguridad, sigue formando parte de Serbia.

El experto en mediación de conflictos, que en los 14 meses que han durado las conversaciones sobre Kosovo ha evitado mentar la independencia, señala en este momento crucial que «es hora de fijar su estatus» y de «acabar con la ambigüedad política» imperante desde 1999 y que «pone en peligro la estabilidad de Kosovo y de la región».

«La independencia -insiste- es la única garantía contra este riesgo y supone además la mejor oportunidad para una colaboración duradera (de Kosovo) con Serbia».

Período transitorio

Ahtisaari prevé en su propuesta final un periodo inicial de supervisión política por parte de la Unión Europea, así como de presencia militar de la OTAN en el enclave balcánico.

En esta línea, califica de limitada la capacidad de Kosovo de «superar sus déficits en la protección de las minorías y el desarrollo democrático», entre otros. Así, sitúa esta supervisión internacional «en sectores claves como los derechos de las comunidades, la descentralización, la protección de las iglesias ortodoxas serbias y la justicia».

Pero, más allá -tanto en el ámbito competencial como temporal- «sólo en un Kosovo independiente sus instituciones democráticas serán plenamente responsables de sus acciones», recuerda, haciéndose eco de las crecientes críticas a la instauración de protectorados.

Y esta responsabilidad, concluye, «será crucial para asegurar el respeto a la ley y la protección eficaz de las minorías».

Plantón de Rusia

Estas revelaciones ven la luz horas después de que el embajador ruso en la ONU, Vitaly Tchurkine, abandonara el lunes una sesión de consultas tras acusar a la ONU de haberse convertido en la abogada de la independencia del enclave. Se trata del primer gesto desafiante de Moscú antes de que el tema llegue al Consejo de Seguridad, donde ya ha amenazado con esgrimir su poder de veto.

El antiguo embajador de EEUU en la ONU, Richard Holbrooke, advirtió de que si Rusia interpone su veto «será responsable del consiguiente estallido de la violencia en la zona».

Responsable de Asuntos Europeos bajo la Presidencia de Clinton y mediador durante la «guerra de Bosnia», Holbrooker recordó a Serbia que «tiene que elegir entre aferrarse a Kosovo o integrarse en la UE. Si elige Kosovo, perderá todo, porque Kosovo ya no le pertenece».