El Gobierno polaco prepara un proyecto de ley, que estará listo en un mes, para perseguir a todo el que hable sobre homosexualidad en escuelas, universidades o cualquier centro académico.

El proyecto está siendo elaborado por el ministro de Educación, Roman Gyertych, que también ocupa el cargo de viceprimer ministro y es dirigente de la ultraderechista Liga de las Familias Polacas, uno de los tres partidos que forman la coalición de Gobierno junto a Ley y Justicia, de los hermanos Kaczynski, y Autodefensa, de origen agrario. Este proyecto viene después de que el Gobierno polaco haya puesto en marcha una caza de brujas al más puro estilo McCarthy, obligando a cientos de miles de personas (profesores, directivos de empresas públicas, periodistas, funcionarios y abogados) a confesar si colaboraron con la República socialista. Si no lo hacen, corren el riesgo de ser apartados de la vida pública.

Estas iniciativas han despertado la preocupación de las delegaciones diplomáticas de los países de la UE en Varsovia, que están a la espera de conocer el contenido exacto del proyecto para tomar alguna medida.

Human Rights Watch (HRW) ha dirigido una carta al primer ministro polaco, Jaroslaw Kaczynski, en la que advierte que esta nueva ley «crearía un clima de intolerancia y amenazaría los derechos civiles y políticos de los educadores y de gays y lesbianas en las escuelas».

Exige que «se asegure que los derechos humanos son totalmente protegidos en las escuelas y se impida la censura académica».