El hondarribitarra Pedro Arranbide recibe el Premio Cooperante Vasco 2006
GARA |
El misionero hondarribitarra Pedro Arranbide Iriazabal recibió ayer en Gasteiz, de manos del lehendakari Juan José Ibarretxe, el Premio a la Persona Cooperante Vasca 2006. El tribunal calificador ha destacado en su fallo «la labor que Arranbide realizó como cooperante en Eritrea», tarea que inició hace más de 30 años, «con gran implicación y entrega personal, y promoviendo innumerables iniciativas de desarrollo a favor de los pobres».
Este religioso de los Hermanos de La Salle nació en Hondarribia el 28 de junio de 1941, y en diciembre de 1957 tomó los hábitos. Cursó estudios de Magisterio en Irun y Basingstoke (Inglaterra), y entre 1962 y 1969 ejerció la docencia en el Colegio Santiago Apóstol de Bilbo. Posteriormente, entre 1969 y 1972, fue profesor en el colegio Saint Joseph de Keren (Eritrea), y se licenció en Historia en la Memphis State University.
En 1976 se hizo cargo de SECOLI, el organismo de cooperación internacional lasaliano y desde esta plataforma impulsó durante siete años numerosos proyectos de cooperación en diferentes países empobrecidos, fundamentalmente en el continente africano.
De 1986 a 1998 dirigió el Departamento de Misiones de la Conferencia Española de Religiosos; en 1988 fundó la ONG Proyde (Promoción y Desarrollo) y durante diez años impulsó y coordinó numerosas actividades de dicha entidad.
En julio de 1998 regresó a Eritrea y desde entonces ha impulsado y coordinado decenas de proyectos de cooperación, entre ellos la creación de un Instituto Agrotécnico para la formación de técnicos medios y superiores en agricultura y veterinaria.
Actualmente, está comprometido en un programa piloto de lucha contra el sida, así como en la construcción de la primera presa subterránea de Eritrea, proyecto del que se beneficiarán más de 40.000 personas. Asimismo, ha llevado a cabo numerosos proyectos de cooperación tanto en este país como en Etiopía, Kenia, Nigeria y África del Sur.
Solidaridad desinteresada
El jurado aseguró que «Pedro Arranbide Iriazabal personifica todos los criterios recogidos en la convocatoria del Premio a la Persona Cooperante Vasca», como la «implicación prolongada en el tiempo en proyectos de desarrollo en los países empobrecidos del sur» y la «relevancia del trabajo realizado, de acuerdo a los criterios y principios fijados en la normativa vasca de cooperación al desarrollo».
También incluyen la solidaridad desinteresada y la cooperación centrada en la creación de una base suficiente para garantizar el desarrollo de poblaciones empobrecidas, empoderamiento de la mujer y lucha para erradicar las causas de la pobreza, la desigualdad, la injusticia y la violencia.