El viceprimer ministro israelí, Simon Peretz, aseguró que la decisión de Israel de invadir el Líbano durante la guerra del año pasado fue un error, ya que Israel no estaba preparado y Hezbolá hizo un mejor trabajo en la cobertura de medios. Así se desprende de la declaración que realizó en noviembre a la Comisión Winograd que investiga el conflicto, y que se hizo pública el jueves.

El primer ministro, Ehud Olmert, designó esta comisión ante la presión de la opinión pública, disconforme con esta guerra. Hezbolá bombardeó el norte de Israel con 4.000 proyectiles y, sin embargo, Israel no pudo alcanzar los objetivos basados en la destrucción de Hezbolá y en la liberación de los dos soldados capturados, informó el diario israelí «Haaretz».

La transcripción, de 15 páginas, de la comparecencia de Peretz ante la comisión fue difundida con fragmentos censurados, alegando motivos de seguridad, pero muestra su posición ante lo sucedido. Señaló que «el mayor error fue la guerra en sí misma».

Peres, también

El día que se conocía la declaración de Peretz, el viceprimer ministro israelí, Simon Peres, reconoció ante la misma comisión que él no hubiera tomado la decisión de impulsar una guerra en respuesta al secuestro de dos soldados hebreos. Subrayó que Ehud Olmert debería haber evitado «tomar decisiones».

Asimismo, aseveró que las tropas israelíes no estaban preparadas. «El Ejército inició esta guerra cansado porque fue arrojado a una guerra que no era una guerra, no tenía ni gloria ni victorias», explicó, reconociendo que Israel «fue considerado más débil», al término de la contienda, al tiempo que perdió «poder de disuasión en relación a los árabes», lo que, a su juicio, «expresó señales de la deslegitimación de la existencia de Israel».

No obstante, rechazó que se pudiera hablar de «guerra fracasada».