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El acuerdo de «cielos abiertos» se inclina hacia Estados Unidos

La UE y EEUU han alcanzado un acuerdo de «cielos abiertos" que liberaliza el tráfico transatlántico y abre el camino a fusiones y a la creación de grandes grupos aéreos internacionales. Pero la liberalización no es tal, ya que no se completará hasta un segundo acuerdo. De momento, deja la situación más favorable a las compañías de EEUU, que pueden entrar en las europeas pero éstas ven limitada su participación en las estadounidenses.

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Dentro de un año, el 30 de marzo del año que viene, entrará en vigor el acuerdo de «cielos abiertos» entre Estados Unidos y la Unión Europea. El acuerdo se alcanzó el pasado 2 de marzo y los ministros de Transporte de la UE lo ratificaron por unanimidad el pasado día 23.

Se trata de una liberalización del tráfico aéreo «a medias», ya que aún está pendiente de una segunda ronda negociadora, fque beneficiará sobre todo a las grandes compañías aéreas y, al menos en un principio, más a las estadounidenses que a las europeas. El acuerdo se presenta además como una oportunidad para impulsar fusiones y crear compañías aún mayores. De momento, EEUU mantiene mayores límites a que las empresas europeas participen en las americanas que los que las suyas tendrán en las compañías de la Unión Europea. Según los representantes de la UE, la liberalización del tráfico aéreo entre las dos orillas del Atlántico «podría generar 12.000 millones de euros de beneficios, crear 80.000 puestos de trabajo, y generar más de 25 millones de pasajeros adicionales» durante los próximos cinco años.

La principal novedad del acuerdo de «cielos abiertos» es que se elimina la denominada «cláusula de nacionalidad» presente en los actuales acuerdos bilaterales entre cada Estado miembro y EEUU, con lo que se permite a cualquier aerolínea europea volar desde todos los aeropuertos de la UE hasta el otro lado del Atlántico.

Sin embargo, Estados Unidos ha conseguido mantener el límite del 25% de derechos de voto que las empresas europeas pueden adquirir en aerolíneas estadounidenses, aunque sí que podrán comprar más del 50% del capital total. El compromiso incluye además «inmunidad antitrust» para los acuerdos entre aerolíneas.

El pacto se firmará el próximo 30 de abril en la cumbre entre la UE y EEUU en Washington, y empezará a aplicarse el 30 de marzo de 2008, seis meses más tarde de lo que estaba inicialmente previsto. Este retraso fue la concesión que logró Gran Bretaña a cambio de levantar sus reticencias y dar su visto bueno al compromiso. También Italia había pedido el aplazamiento.

Condiciones británicas

Además, finalmente, el aeropuerto de Heathrow, que actualmente está reservado únicamente a cuatro compañías para las rutas transatlánticas -British Airways y Virgin Atlantic por parte de Gran Bretaña, y American y United Airlines por parte estadounidense- no ha logrado una moratoria particular y tendrá que liberalizarse al mismo tiempo que el resto de aeropuertos comunitarios.

Gran Bretaña ha sido una de las partes que más condiciones ha puesto en la negociación, en cuya recta final logró además la posibilidad de que, si en 2010 EEUU no ha suprimido las normas que impiden a las compañías europeas controlar totalmente aerolíneas estado- unidenses, cualquier país de la UE podrá suspender automáticamente partes del acuerdo de «cielos abiertos» con sólo notificarlo a la Comisión. Las negociaciones para la segunda fase del acuerdo «cielos abiertos» comenzarán en junio de 2008.

«Estoy satisfecho de haber pilotado este acuerdo hasta su destino con todos los pasajeros a bordo», ironizó el vicepresidente de la Comisión y responsable de Transportes, Jacques Barrot, que subrayó que el compromiso es «bueno para los pasajeros y bueno para las compañías aéreas, bueno para la UE y sus estados miembros, para Estados Unidos, y para la economía europea en su conjunto».

Además, Barrot se mostró convencido de que el acuerdo favorecerá las fusiones entre aerolíneas europeas. «No puedo hablar en nombre de la industria, pero a priori puede haber una consolidación. Es verosímil, especialmente en un momento en que la competencia funciona plenamente en el cielo europeo, y la consolidación sería algo positivo», explicó.

El responsable de Transportes explicó que fijar en 2010 el fin del plazo previsto para que las compañías de Estados Unidos cuenten con determinados beneficios -en referencia a las normas que impiden a las compañías europeas controlar totalmente aerolíneas estadounidenses- tiene como objetivo crear presión sobre Estados Unidos para concluir la segunda etapa de las negociaciones, y lo reclamaba no sólo Gran Bretaña sino el conjunto de los estados miembros. Queremos obtener una liberalización total, y esta cláusula está ahí para sancionar si es necesario».

EEUU ha concluido un total de 16 acuerdos de cielos abiertos (Estado francés, Alemania, Holanda, Luxemburgo, Bélgica, Dinamarca, Suecia, Finlandia, Italia, Portugal, Austria, Malta, la República Checa, la República Eslovaca, Polonia y Rumanía); y cinco acuerdos más restrictivos y menos abiertos (Gran Bretaña, Irlanda, Grecia, Estado español y Hungría). No tiene acuerdos aéreos con Lituania, Letonia, Estonia, Chipre, Eslovenia y Bulgaria.

Las negociaciones entre la UE y EEUU para un acuerdo de cielos abiertos se iniciaron en el 2003, a raíz de una sentencia del Tribunal de Justicia que declaraba ilegal la cláusula de nacionalidad de los acuerdos bilaterales que mantienen algunos países con Estados Unidos.

Estas cláusulas reservan los beneficios del pacto sólo a las compañías nacionales de los países signatarios. Así, una compañía alemana establecida en el Estado francés no está autorizada a operar vuelos que salgan de París a EEUU. En total se han llevado a cabo once rondas negociadoras a lo largo de cuatro años para lograr el actual acuerdo.

Una de las consecuencias de este acuerdo será probablemente la creación de grandes grupos. Algunos analistas creen que, a medio plazo, sólo habrá cinco o seis grandes compañías internacionales en Europa. Una de las primeras piezas codiciadas en este mercado será la española Iberia. British Airways tiene en estos momentos el 10% del capital de Iberia, pero el grupo de capital riesgo estadounidense Texas Pacific ha abierto la puja por la española con un OPA por la totalidad de las acciones. British debate ahora si lanzar una oferta o desprenderse de su participación.

Actualmente existen dos agrupaciones de compañías aéreas. Por un lado la alianza Oneworld está liderada por American Airlines y British Airways, e incluye a Iberia entre sus ocho compañíás.

La norteamericana United Airlines y la alemana Lufthansa son las promotoras de Star Alliance.

Sky Team está formada por Air France y la estadounindese Delta Airlines, a la que luego se sumaron Aeroméxico, Korean Air y Czech Airlines.

«Beneficios"

Las autoridades de la UE aseguran que la liberalización del tráfico aéreo podría generar 12.000 millones de euros de beneficios y crear más de 25 millones de pasajeros adicionales en los próximos cinco años.

aeropuertos

Elimina la claúsula de nacionalidad presente en los actuales acuerdos bilaterales entre cada Estado europeo y EEUU, con lo que cualquier compañía aérea podrá volar desde cualquier aeropuerto de la UE a Estados Unidos.

Desigualdad

Las compañías aéreas de EEUU podrán controlar hasta el 49,9% de las europeas pero éstas sólo podrán alcanzar un 25% del voto en las estadounidenses, aunque sí podrán participar hasta de un 50% de su capital.

2010

Hasta 2010 las compañías de EEUU podrán limitar la participación de las europeas. Si lo hacen después de esa fecha, cualquier Estado europeo podrá suspender partes del acuerdo.

2008

El acuerdo comenzará a aplicarse el 30 de marzo de 2008, seis meses más tarde de lo previsto, un retraso que atiende a la demanda de Gran Bretaña. En junio de ese año se iniciará la segunda fase de las negociaciones.

División de opiniones en Europa y satisfacción en EEUU

El acuerdo de «cielos abiertos» entre la UE y EEUU ha suscitado división entre las dos principales asociaciones europeas de transporte aéreo y una buena acogida entre las estadounidenses. La Asociación de Aerolíneas Europeas (AEA), que agrupa a las grandes compañías, como Iberia, Air France, Alitalia, British Airways, KLM, Lufthansa, Malev, TAP y Virgin Atlantic Airways, está satisfecha. «Son buenas noticias para los pasajeros, porque las compañías europeas van a aumentar su competencia, y también para las regiones que se van ver conectadas a precios atractivos», aseguró el secretario general de la AEA, Ulrich Schulte-Strathaus. No obstante, consideró difícil calcular por el momento las ventajas comerciales para las propias aerolíneas. Para Schulte-Strathaus, este acuerdo todavía no ofrece todos los elementos necesarios para competir en igualdad de oportunidades, y debe ser considerado sólo un primer paso hacia un auténtico mercado común aéreo.

Por su parte, la asociación Internacional de Transporte Aéreo (IACA) -que integra a 37 compañías de menor tamaño, como Air Europa, Futura, Iberworld y Air Berlin- expresó su desacuerdo con el pacto. «Se da a las empresas estadounidenses acceso completo al mercado interno europeo, mientras que las aerolíneas europeas sufrirán restricciones», advirtió la directora general de IACA, Sylviane Lust. Recordó que las empresas estadounidenses podrán participar hasta en el 49,9% de las europeas, y éstas sólo podrán hacerlo en un 25% de las de estadounidenses con derecho a voto. IACA considera que un acuerdo entre EEUU y la UE sólo debería haberse fundado en una situación de igualdad sobre los mercados internos, por lo que el actual no puede ser calificado como de «cielos abiertos».

La satisfacción de las grandes compañías aéreas de EEUU le da la razón. El consejero delegado de Delta, Jerry Grinstein, mostró su apoyo «porque beneficia a los millones de clientes que viajan cada año entre los EEUU y Europa». Opinó que el acuerdo supondrá el nacimiento de una «nueva era de los viajes transatlánticos, y la llegada de nuevas oportunidades para competir y crecer en un mercado liberalizado». «Uno de nuestros objetivos ha sido obtener un acceso significativo al aeropuerto de Heathrow», dijo Grinstein, por lo que «celebramos este acuerdo que nos permitirá participar más ampliamente en los mercados europeos, particularmente en Londres». El consejero delegado de Continental Airlines, Larry Kellner, también coincidió en que «será beneficioso para los consumidores».

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