Los inversores no terminan de creerse que los actuales niveles sean lo suficientemente sólidos como para esperar nuevos avances en las próximas semanas. Y por eso toman precauciones, incluso cuando en el panorama macroeconómico aparecen referencias positivas y las empresas siguen ofreciendo resultados mejores de los esperados. Ayer fue uno de esos días de cautelas, puesto que en EEUU el dato de construcción de casas nuevas en marzo creció un 0,8%, a su ritmo anual más alto desde 2007. Tampoco fue preocupante el IPC estadounidense, que subió un 0,6%, mientras que en tasa interanual se situó en el 2,8%. Los inversores miraron más a la inflación subyacente, ya que apenas remontó un 0,1%, una décima menos que en febrero. Este confortable cuadro macroeconómico tuvo también su pincelada en Europa, donde el índice alemán ZEW de confianza empresarial se fue a su nivel más alto en diez meses. Las buenas noticias empresariales las aportaron, entre otros, Coca Cola y Johnson&Johnson, y se esperaban con atención las cuentas trimestrales de Intel, Yahoo e IBM. Pero nada de esto sirvió al Ibex para mantenerse en los 15.000 puntos. Al cierre, perdió un 0,36%, hasta 14.966 puntos. En Europa, sólo Francfort (+0,15%) escapó de los recortes. En el Ibex, sorprendió en lo positivo Bankinter (+3,42%); y en lo negativo, Enagás (-3,62%), que no convenció con su plan estratégico. En París, destacaron al alza Carrefour, Alcatel-Lucent y Total, con avances superiores al 1%, en tanto que L'Orèal (-0,91%) se fue abajo a pesar de facturar un 8,4% más en el primer trimestre.