El alcalde de Bilbo, Iñaki Azkuna, visitó ayer las obras del Teatro Campos y afirmó que éste se encontraba «mucho peor de lo que esperábamos, lo que ha hecho que la obra sea muy complicada, pese a lo cual el teatro será un realidad en aproximadamente año y medio». Junto a él, el presidente consejero de la SGAE, Teddy Bautista, abogó por que este teatro atraiga a gente que habitualmente no acude a ellos y potencie el gusto de los niños por esta materia.

El Teatro Campos es conocido en Bilbo como «la bombonera de Bertendona» por la profusa decoración de estilo art nouveau. En 2002, un detallado estudio elaborado por la Fundación Labein determinó el estado de la estructura interna del edificio. Tomando como punto de partida este diagnóstico, el Ayuntamiento encargó la elaboración de un proyecto de rehabilitación integral de este edificio, contruido entre 1901 y 1902. Los técnicos de Labein tomaron muestras de las diferentes pinturas y materiales de construcción originales empleados en la construcción y decoración del teatro, en orden a tratar de devolver al Campos Elíseos el aspecto original que lucía en el momento de su inauguración, hace casi 105 años.

La gestión del inmueble será cedida durante un periodo de 30 años a una sociedad instrumental de SGAE. A cambio de gestionar la explotación del Teatro Campos, la SGAE deberá abonar al Ayuntamiento un canon anual. Mediante esta fórmula de colaboración, Bilbo dispondrá de un centro escénico de vanguardia, que ofrecerá una programación estable de teatro, música y danza contemporáneas durante al menos 170 días al año, con espectáculos de pequeño o medio formato, tanto de producción propia como en régimen de coproducción. El Teatro Campos servirá como plataforma para los nuevos creadores teatrales, con especial atención a los autores vascos y al euskara, y participará en programas destinados al intercambio de creadores.