Europarlamentarios, alcaldes y concejales procedentes de Irlanda, Escocia, Flandes y Cerdeña, junto con representantes políticos vascos, entre ellos Arnaldo Otegi, estarán presentes en Gernika el próximo día 25, a mediodía, de la mano de Gernika Batzordea, al objeto de presentar un manifiesto por la autodeterminación y los derechos de los pueblos, en el contexto del 70º aniversario del bombardeo de la villa foral por parte de la aviación fascista.

Este acto tendrá un carácter solemne y se desarrollará bajo el árbol centenario. La iniciativa política organizada por Gernika Batzordea llegará precedida del homenaje que recibirá la víspera Walter Luyten, militante flamenco que fuera detenido en la década de los sesenta por mostrar una ikurriña durante la celebración del Aberri Eguna.

Por lo que respecta al día 26, fecha exacta en la que se cumple el aniversario del bombardeo sobre la población civil, se desarrollará por las calles de Gernika la tradicional manifestación con velas que se viene celebrando este mismo día durante los últimos 31 años. En esta ocasión, sin embargo, la marcha conocerá una novedad; la placa que se colocará en la calle Santa María en recuerdo y homenaje a Dulcie September, la militante anti-apartheid y delegada de la ANC en París, que resultó muerta a tiros el 29 de marzo de 1988 en la capital francesa, justo un año después de que participara en los actos por el 40º aniversario del bombardeo, invitada por Gernika Batzordea.

También de la mano de este colectivo, ese mismo día estará en la villa el autobús de la iniciativa Milakabilaka, que aglutina a personas de diferentes ámbitos de la sociedad vasca, unidas por el trabajo y el compromiso en favor de la resolución del conflicto. La aportación de Gernika Batzordea para estas jornadas se completa con el acto que protagonizará la coordinadora Lau Haizetara el sábado, día 28, en torno a la recuperación de la memoria histórica.

Los actos programados por Gernika Batzordea con motivo del 70º aniversario del bombardeo no son, sin embargo, los únicos. Hasta cuatro iniciativas, con diferente presupuesto, perspectiva y objetivos, se van a desarrollar en la villa foral en las próximas fechas. Precisamente la que presentó el alcalde, Miguel Angel Aranaz (PNV) la pasada semana, ha sido la que más espacio informativo ha ocupado. Esta iniciativa institucional contempla la presencia, el día 26 en Gernika, de medio centenar de alcaldes y representantes municipales de todo el mundo, junto a dos premios Nobel y representantes políticos de esta parte de Euskal Herria, entre ellos, el lehendakari, Juan José Ibarretxe.

Al «estilo» del PNV

Entre los asistentes al acto que anunció el primer edil de esta localidad, cabe destacar la presencia de alcaldes y concejales de Hiroshima, Volgogrado, Hamburgo, Dresde, Pforzheim, Coventry, Auschwitz y Varsovia, entre otras ciudades, así como los premios Nobel de la Paz en 1980, Adolfo Pérez Esquivel y de Química en 1995, Mario Molina. Los invitados, junto a representantes políticos vascos, participarán en la lectura de la declaración ``Gernika por la paz''.

Sin embargo, la manera en cómo los responsables municipales de Gernika han abordado la elaboración de este programa oficial ha suscitado malestar entre entidades locales y vecinos. Aranaz habría planteado a las citadas entidades locales la obligatoriedad de integrarse dentro del Proyecto Gernika 07/70, dirigido por la empresa MBN y que ha contado con una partida presupuestaria de 500.000 euros para organizar los actos. Según señalan estas entidades, se trata de una consultoría de comunicación y servicios de publicidad del entorno del PNV.

El Centro de Investigación por la Paz, Gernika Gogoratuz, remitió al respecto una misiva al alcalde, fechada el pasado 30 de marzo, en la que sus responsables le expresaron su «preocupación por la escasa comunicación y participación con la que se ha llevado la organización de los actos públicos en el marco de la conmemoración del 70º aniversario del bombardeo de Gernika, que reflejen verazmente el fortalecimiento de los espacios de participación y el reconocimiento de todos los actores sociales para la construcción de la paz».

Jokin Alberdi y María Oianguren, presidente de Gernika Gogoratuz y directora del Centro de Investigación por la Paz, añaden en su misiva que «sin compartir la filosofía, la metodología y el proceso que se ha realizado para elaborar el Proyecto Gernika 07/70, las distintas actividades organizadas por Gernika Gogoratuz deben quedar al margen del paraguas» del citado proyecto. En sus despedida, hacen votos para que «pronto se recuperen los espacios de participación y consenso colectivo».

Como muestra de la amplia controversia generada en el pueblo ante la manera de gestionar los actos promovidos por el alcalde, cabe destacar el análisis y la crítica que expresaron ayer mismo los jóvenes que desarrollan su iniciativa en la antigua fábrica de armas Astra, al incidir, precisamente, en la «división» y «los intereses políticos» que, a su juicio, se sitúan tras la manera en cómo los responsables municipales de Gernika han dado forma a los actos previstos con motivo del aniversario del bombardeo contra la población civil.

«Labor de los vecinos»

Bajo la iniciativa Ez ahaztu etorkizuna 2007/1937, realizaron un llamamiento desde el interior del búnker situado en el solar trasero de Astra, para que en próximos años «los actos relacionados con el bombardeo se planteen de manera participativa. El Ayuntamiento no puede dejar en manos de una entidad privada la coordinación de actividades de recuerdo del bombardeo de Gernika. Una empresa privada no puede decidir qué se puede hacer y qué no».

A juicio de quienes desarrollan su actividad socio-cultural en el entorno de Astra, «ésa es una labor de los propios vecinos de Gernika, de los hijos y nietos de quienes sufrieron el bombardeo y, para que esto sea así, a nuestro entender -añadieron los jóvenes- el Ayuntamiento debe proporcionar condiciones y medios». Este es precisamente el guante que lanzan los jóvenes; la crítica al Ayuntamiento por no haber sido capaz de unir a los vecinos y la propuesta de que sean los agentes sociales y culturales de Gernika quienes se unan en los próximos años para desarrollar las iniciativas en torno al bombardeo.