Osasuna llegó a las puertas de la final de Glasgow y le dieron con ellas en las narices. Demasiado timorato, no fue hasta mediada la segunda parte y cuando la eliminatoria ya estaba prácticamente ventilada cuando los de Ziganda buscaron el marco contrario, pero ya era en vano.

El factor campo le pasó factura a los navarros, que hasta ahora habían disputado todas las eliminatorias a doble partido con la ventaja de disputar el segundo encuentro en El Sadar. La escuadra osasunista no dispuso del balón, se dejó llevar por el ritmo que más les convenía a los hispalenses y acabó desquiciado e impotente. Una pena por los aficionados que se desplazaron hasta la capital andaluza y los miles de seguidores que en Euskal Herria siguieron con expectación la posibilidad de estar en la final de Glasgow.

El Sevilla ya achuchó lo suyo de inicio, como cabía esperar de un conjunto que necesita remontar. La posición de Renato, incrustado en el medio de campo dejando toda la banda derecha para Alves -circunstancia que no supieron aprovechar Corrales y David López-, descolocó un tanto a los de Ziganda y la teórica. El brasileño, por delante de Poulsen y Martí, se vio en más de una ocasión sin marcaje y recuperaba la gran mayoría de los rechaces de la defensa rojilla.

Osasuna estaba muy encerrado atrás, se dedicaba a achicar balones y la evidente separación entre líneas impedía que los navarros pudieran conectar tres pases seguidos. El agobio hispalense le procuró tres ocasiones entre los minutos 12 y 14 en las botas de Martí, Luis Fabiano y Puerta, pero demostraron tener el punto de mira desviado.

Sólo Juanfran desatascó en ataque a la escuadra osasunista. Un defensa local evitó que su tiro dentro del área en el minuto 8 buscara la puerta de Palop y, doce minutos después, protagonizó una jugada en banda izquierda que bien pudo ser penalti.

Fabiano iguala la eliminatoria

El fuerte ritmo impuesto por el Sevilla no tardaría en dar sus frutos. Kanouté tocaba todos los balones como poste y abría con facilidad a diestro y siniestro. Dos cortes providenciales de Cuéllar evitaron en el 19 y 29 que los locales se adelantaran, pero no pudo hacer Luis Fabiano, en el 36, igualara la eliminatoria con una jugada individual en la que se fue de los dos centrales rojillos.

No cambió mucho la decoración tras el descanso. Osasuna continuaba agarrotado, no era ni por asomo la sombra de la ida. Los hispalenses se imponían en los rechaces, en el juego aéreo y en la triangulación.

Y llegó el minuto clave del choque, el 52. Webó mandó a las nubes una indecisión de la zaga sevillista, que no pudo cortar con todas las garantías una colada por el centro de David López. A renglón seguido, los de Juande Ramos no estuvieron tan espesos, ya que Renato, viniendo de atrás, se adelantó a Cuéllar para poner por delante a su equipo en el cómputo global de la eliminatoria.

Reacción tardía

Tuvo que ocurrir esa desgracia para que los rojillos se espabilaran. Webó, otra vez, pudo poner el pase del lado navarro, pero su remate de cabeza a la salida de un corner se fue al poste. Mientras tanto, la necesidad navarra se convirtió en ventaja andaluza, debido a que el Sevilla contragolpeaba con mucha peligrosidad.

A la vista del marcador, Ziganda se la jugó quitando a un hombre de corte defensivo -Puñal- por otro de talante más ofensivo -Valdo-, además de dar entrada a Delporte, pero ya era muy difícil conseguir en el último tramo del choque algo que ni siquiera se había intentado en tres cuartas partes del mismo. El Sevilla no se dejó sorprender como lo hicieron los rojillos en la mayor parte del encuentro.