El presidente ucraniano, Viktor Yushchenko, amenazó ayer con poner fin a la crisis política que atraviesa el país, debido principalmente a su rivalidad con el primer ministro, Viktor Yanukovich, retirándose del Parlamento con sus aliados y provocando la celebración de elecciones anticipadas.

Yushchenko y Yanukovich acordaron, en principio, que las elecciones se celebren en 30 de setiembre, pero ambos grupos han estado obstruyendo en el Parlamento una serie de leyes necesarias para convocar los comicios. A medianoche de ayer expiraba el plazo dado por el presidente para la aprobación de dichas leyes.

«Si no se llega a una solución, mi partido y el de Yulia Timoshenko -la ex primer ministra y una de las líderes de la `revolución naranja'- se reunirán y formalizarán nuestra retirada del Parlamento», declaró. «Entonces, las elecciones se celebrarán de forma automática en 60 días», advirtió Yushchenko.

La semana pasada el presidente destituyó al fiscal general y el Ministerio del Interior envió a la Policía para rodear el edificio donde está la oficina del fiscal para apoyarle. Al día siguiente, Yushchenko reclamó el control de las fuerzas de seguridad y desplegó unidades en Kiev, pero el ministro del Interior, Vasyl Tsushko, rechazó aceptar la orden. La tensión entre el pro occidental Yushchenko y el pro ruso Yanukovich se redujo el domingo tras el acuerdo para los comicios anticipados. «Ucrania está llevando a cabo un plan para salir de la crisis política y corresponde al parlamento aplicarlo», declaró Yushchenko.