El director de Behatokia Paul Bilbao informó ayer en Baiona de que la semana pasada han denunciado ante la Comisión de Derechos Sociales, Económicos y Culturales de Naciones Unidas la conculcación de los derechos lingüísticos por parte del Estado francés. La Comisión se reunía en Ginebra con representantes de París para valorar el seguimiento de las recomendaciones que ya le hiciera en 2001.

Apoyado en un informe donde se recogen casos concretos de conculcaciones, Bilbao y otros representantes de organismos de defensa del bretón, catalán, alsaciano... mostraron a los expertos de la Comisión la otra cara de la realidad cotidiana.

«Les hemos explicado con ejemplos reales que la actitud que mantiene el Estado francés hacia los derechos colectivos es inaceptable», declaró Bilbao antes de añadir que han pedido a la Comisión que reitere sus recomendaciones y que establezca medidas para que París cumpla con las mismas, si bien pa- rece poco probable que vaya a hacerlo dadas las escasas competencias de las que dispone este organismo para ello. La Comisión no dará a conocer su in- forme antes de otoño.

Junto a la representante de Behatokia en Ipar Euskal Herria Ione Josié, Bilbao presentó asimismo las conclusiones del informe del 2006 sobre la situación de los derechos lingüísticos en Euskal Herria, centrándose en particular en las de Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa.

Obstáculos estructurales

«Como todos los años, hemos constatado que en estos territorios existen obstáculos estructurales», dijo Bilbao, refiriéndose al ordenamiento jurídico francés que, en nombre del «famosa principio de igualdad republicana, favorece la conculcación de los derechos lingüís- ticos».

El director de Behatokia subrayó que el Estado ha puesto en marcha mecanismos para impedir la utilización escrita del euskara y que, incluso, desde el Ministerio de Justicia se ha puesto en duda la calidad de la enseñanza en esta lengua. «Un juez de Baiona llegó a afirmar que el sistema de inmersión en euskara aculturiza o desculturiza al alumno», enfatizó Bilbao.

Josié expuso las principales vulneraciones que han detectado en Ipar Euskal Herriay que, según aseguró, «vienen repitiéndose año a año». En la habitual lista aparece de nuevo la SNCF, que continúa ignorando el euskara en señales y soportes informativos. La Poste (Correos) sigue olvidándose de la lengua, incluso cuando invierte millones en la instalación de un programa informático que, una vez más, no admite que las direcciones sean escritas en euskara. Behatokia también interpela a las instituciones que discriminan sistemáticamente en sus anuncios publicitarios a los medios de comunicación en euskara.

En cuanto a la enseñanza, Josié recordó el «conflictivo comienzo del curso 2006-2007» al que, una vez más, tuvo que enfrentarse Seaska por la falta de profesorado suficiente o la persistencia de la obligación para los estudiantes de Lapurdi, Zuberoa o Nafarroa Beherea que desean estudiar una carrera en euskara en Hego Euskal Herria de realizar la selectividad en castellano, porque no pueden hacerla en euskara.