Felix soto Donostia
De la autodeterminación al nazismo
Te conocí como portavoz de la tercera fuerza del Ayuntamiento de Donostia. De abogado de UGT a concejal del PSOE. Como en todos los partidos democráticos, defendías la autodeterminación y aprobaste la moción municipal que declaraba como «no deseada la presencia de la Guardia Civil y la Policía española». Con la llegada del felipismo al poder te nombraron representante del Gobierno español en Vascongadas y te vimos despachando amistosamente con aquéllos cuya presencia no era deseada en Donostia.
Aquí, ingenuos, creíamos que dejarías el cargo ante las torturas que se seguían produciendo, y más tarde ante el asesinato del dirigente de Herri Batasuna Santi Brouard por sicarios del nacionalismo español. Después, vuestro GAL y su secuela de actos cívicos y democráticos con dinero público. Y tú sin enterarte.
Ahora, en el colmo de la hipocresía, exiges a otros lo que tú nunca has realizado: condenar vuestra diaria violencia, pacto contra las libertades, negación del derecho de autodeterminación, y como vulgares nazis os permitís dejar sin derechos a gran parte de la población vasca.
Porque aquí, Ramón, seguimos pagando el precio político de una violenta rebelión militar que impuso como territorialidad los dominios del Borbón.
¿No has pensado que, en vez de echar leña al fuego, sería mejor para todos que personajes como tú abandonárais la escena política?